Iglesia católica nicaragüense, bajo persecución.

Iglesia católica nicaragüense, bajo persecución.

Escrito por: Carlos Bojorge.

Nicaragua, tierra de lagos y volcanes, istmo de centro américa, país que se ha visto en conflictos políticos, naturales y hasta podemos llegar a decir que los políticos son y serán antrópicos. El año de 1972 marca un antes y un después en nuestra Nicaragua, ya que la capital nicaragüense, Managua se vio parcialmente desbastada por un mega terremoto, que desbarato la ciudad casi en su totalidad, Managua ya no volvió a ser la misma novia del Xolotlán, que fue en su momento mozos. Luego en 1979 con el triunfo de una revolución armada por parte del partido socialista FSLN, en contra de una dictadura instaurada por una familia de capitalistas de apellido Somoza, que tenía sometida a Nicaragua por más de tres décadas en autoritarismo, opresión y marginación al pueblo.

Desde 1913 que el catolicismo se establece como una institución religiosa en tierra pinolera y desde mucho antes, siempre ha desarrollado una ardua labor social y comprometida con el pueblo, en   los diferentes contextos que han marcado singularmente a la sufrida nicaragua. Tales como la guerra entre el pueblo y el régimen de Somoza Debayle, en donde se destaco la persona del cardenal Miguel Obando y bravo, tercer arzobispo de la metrópolis diocesana, mediando y lidiando entre ambas partes.

En la década de los años 80 en adelante el gobierno de modelo socialista protagonizo un sin número de escándalos en contra de la iglesia católica, como la expulsión de un obispo de nombre pablo vega. En marzo de 1984 durante la primera visita del santo papa Juan pablo ii, en plena misa le gritaban ofensivamente e insultaban con consignas políticas, sin mencionar los panfletos y afiches que adornaban la misa, sin ninguna imagen de piedad o símbolo cristiano, entre otros actos de calumnias, etc.

Todo marchaba muy bien entre gobierno e iglesia, en un país común, sin mencionar la conversión del mandatario jefe de estado Daniel ortega, hasta que en abril de 2018 se consumara una de las escenas mas triste y dolorosas para nicaragua, un gran estallido social político, que causo impulsos revolucionarios en una pueblo ya revolucionario, protestando en contra del gobierno de turno FSLN, demandando una reforma a la seguridad social, levantando protestas cívicas y descontento en gran parte de la población y sectores de la sociedad. Dejando como saldo muertes y penumbras en la nación, se contabilizan mas de 500 personas muertas por los organismos de derechos humanos, producto de la represión a mano armada por el gobierno.

He aquí en donde la iglesia católica juega un gran papel para con el que más sufre, la iglesia por estar al lado del maltratado, del agobiado y el que esta mas jodido, ha comenzado a pagar los platos rotos, lo vemos claramente los momentos más cruciales de 2018, en peregrinaciones, en rescate, en socorrer, en tratar de liberar aun sin números de presos arbitrariamente, hasta como mediadora y testigo en estos conflictos sociales.

Por todo esto y muchas obras mas que realiza la iglesia, ha bastado para estallar una campaña de odio, calumnia, desprestigio, burlas, ataques, sacrilegios, profanaciones en contra de nuestros pastores y templos, Vivamente recordamos el 14 de julio de 2018 cuando la iglesia de la divina misericordia ubicada en managua estuvo bajo ataque policial armado por más de 8 horas contra estudiantes que se refugiaron en este templo parroquial. También recordamos las agresiones contra los obispo y presbíteros en julio de este mismo año en la ciudad de Diriamba.

La expulsión del obispo Báez, a petición de ciertos grupos de cristianos de base de un centro pastoral ubicado en la colonia 14 de septiembre, los cuales se aliaron con simpatizantes a fines al gobierno y presentaron carta a la santa sede a través de la persona del nuncio Apostólico Estanislao, amenazas y atentados silencioso en contra de curas, de las distintas diócesis del país.

Pero en este 2020 los ataques y calumnias han incrementados de manera totalitaria en contra de la iglesia católica nicaragüense, solo en marzo de este año recordamos la misa de cuerpo presente del padre y poeta promotor de la teología de la liberación Ernesto Cardenal, en donde grupos de izquierdas irrespetaron la misa de exequias del poeta y protagonizaron confrontamientos e intimidaciones al sector opositor.

En el mes de julio en adelante como si se tratara de un evento terrorista, los ataques se tornaron para capillas y parroquias, dañando imágenes y profanando el cuerpo sagrado de Jesucristo, estos hechos se enriquecieron con robos y tuvieron lugar en varios templos de nuestros departamentos.

Para el sacerdote y misionero, que prefiere quedar en el anonimato, la iglesia no debe de hacer nada especial para detener estos atentados terroristas, ni las calumnias perversas, la iglesia hace y mantiene su profetismo partiendo desde el evangelio y esto conlleva a que sea juzgada, atacada, criticada y repugnada por cierta parte de la sociedad, a como le paso a Jesús. Agrego que la ruta es mantenerse firme en el evangelio, en profetismo con el pueblo y claramente no apostar por ninguna postura partidaria, si no estar siempre partiendo desde el evangelio, la realidad del pueblo y en plena sintonía con los derechos humanos, sobre todo con los más oprimidos.

No fue hasta el 31 de julio del corriente año, que a horas del medio dia atentaran salvajemente contra la capilla de la venerada imagen de la sangre de cristo, ubicada en la catedral metropolitana de managua, siendo esta imagen una reliquia de la piedad popular para cada nicaragüense que profesa la fe católica, dicha figura religiosa tenia 382 años de acompañar al pueblo de nicaragua, la cual fue proveniente de Guatemala. La imagen y la capilla en la cual se encontraba quedo reducida a cenizas parcialmente, este acto incendiario terrorista fue provocado por un sujeto desconocido y tiene autores intelectuales afirmo el presidente de la CEN y cuarto arzobispo de Managua el señor cardenal Leopoldo Brenes.

Este acto terrorista en contra de la iglesia es repudiado por los fieles católico del país, los cuales responden con cadenas de oración y reparación espiritual convocada por las autoridades eclesiásticas, en cambio gran parte del sector político socialistas o simpatizante del actual gobierno de Nicaragua, han comenzado a destilar odio en contra de los sacerdotes y creyentes en Nicaragua, esto lo realizan a través de sus redes sociales o de los mismos medios de comunicación estatal.

Un miembro servidor de la iglesia católica expresa lo siguiente al ser consultado, ¿cómo valora los últimos acontecimientos en contra del catolicismo en Nicaragua?   – “Obviamente como un ataque de quienes creen que la Iglesia les quiere quitar el poder político y económico. Son personas que creen que haciendo daño a la Iglesia la amedrentan y callan, sin embargo, la violencia de ellos demuestra el miedo y desesperación. Una de las misiones de la Iglesia es ser profeta que denuncia las injusticias de quienes sean, y obviamente los malhechores toman represalias, pero la Iglesia siempre defenderá a los indefensos y débiles, siempre lo hará. La iglesia no excluye a nadie, sino que defiende al hijo oprimido de los hijos opresores, la iglesia es madre de todos, oprimidos y opresores, pecadores y santos. Ella como Madre cuida de todos y siempre estará por el diálogo y entendimiento de todos sus hijos”.

Si bien es cierto la iglesia, no es tan Santa a como decimos en el credo, pero señalando de cosas absurdas no conseguiremos nada, la iglesia es protectora del pueblo en general y se compadece con el que más sufre, porque a eso nos manda el evangelio. La iglesia ama al pueblo, no hace proselitismo, ni se inclina para ningún lado, porque nuestra misión no es hacer política, nuestra misión es evangélica y latente en cada hermano que necesita y sufre. La iglesia es balance puro, bajo la verdad de Dios, No del hombre, lástima que en pleno siglo 21 aún no comprendamos esto. La iglesia ama y reza por sus perseguidores, porque sabemos que están envueltos en la ignorancia, el fanatismo y en excomunión con Dios, por ellos y por todo el pueblo la iglesia permanece en constante lucha espiritual, también velando terrenalmente por todos. La iglesia tiene que denunciar las injusticias de los hombres, o si no está condenada a ser cómplice de la maldad conspirativa de esas personas de corazón duró y amargo, sólo así quizás logremos respirar tantitos aires de justicia y de esa justicia en nombre de la santa trinidad, brotara la paz.

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