El Estado de Derecho para el Desarrollo Económico.

El Estado de Derecho para el Desarrollo Económico.

Escrito por: Carmen Chamorro, Politóloga.

 

El Estado de Derecho es uno de los principales motores para el desarrollo económico de los países. No existe una causa única para el desarrollo de los países, sin embargo, este no puede darse sin factores como incentivo para la inversión, fomento del crédito, capital físico y humano y de instituciones jurídicas que den seguridad y certidumbre a los agentes económicos. Entonces, se entiende que el Estado de Derecho es igual de determinante que los costos y beneficios meramente económicos a la hora de tomar decisiones importantes para las inversiones que impulsan el crecimiento. En el año 2012, Pekka Hallberg, en un estudio indicó que el capital humano y el valor de las instituciones como parte del Estado de Derecho constituyen la mayor porción de la riqueza de los países. 

 

Para que exista un verdadero desarrollo sostenible es necesario que exista un sistema institucional sólido y que proteja la inversión y a los ciudadanos y que además otorgue credibilidad y confianza al sistema. En diferentes estudios realizados para Latinoamérica como por ejemplo “América Latina, Gobernabilidad y Democracia en Sociedades en Crisis” de Edelberto Torres, se concluye que los gobiernos democráticos deben basar su eficacia en aspectos elementales como huir de la ejecución arbitraria de la ley, cuidar el respeto a las normas constitucionales, claridad en el manejo de los recursos financieros, entre otras cosas que garantizan la eficacia de los gobiernos a través del control ciudadano, responsabilidad de la gestión pública y la transparencia; todas las anteriores garantes de un Estado de Derecho efectivo.

 

América es una de las regiones más atrasadas en temas de Estado de Derecho y Desarrollo Económico, por supuesto cuenta con grandes excepciones lo cual también nos identifica con la mayor brecha entre los niveles de desarrollo en ambos temas, a como hay países muy desarrollados económicamente y que son potencias emergentes también tenemos países que se ubican entre los más pobres del mundo. De igual manera, hay algunos países que están sumamente avanzados en temas de democracia y Estado de Derecho y tenemos por otro lado regímenes autoritarios y dictaduras como en el caso de Nicaragua, Bolivia, Venezuela, entre otros.

 

Para una investigación que realicé sobre la relación del Estado de Derecho con el Desarrollo Económico del año 2006 al 2016 con una muestra de 112 países pude concluir que existe una correlación positiva de 0.71/1 lo cual indica que existe un comportamiento parecido de ambas variables lo cual nos indica que a mayor Estado de Derecho suele haber mayor Desarrollo Económico. 

 

Basándonos en esto, una proyección del crecimiento del grado de Estado de Derecho en Nicaragua para los próximos 5 años reveló que posiblemente se mantenga en el mismo nivel actual 38.28 aproximadamente dentro de un intervalo entre 35% y 40% según datos del World Bank Development Indicators. Esto nos indica que el Desarrollo Económico del país probablemente se encontrara estancado igual. En vista a los recientes hechos a partir del 18 de abril del 2018, muy posiblemente el indicador de Estado de Derecho será mucho más bajo para Nicaragua, resultando en la pérdida de confianza en las instituciones, poca inversión, déficit de créditos e incertidumbre, factores que tienen un fuerte impacto negativo en la economía del país.  Lo cual podemos ver en el siguiente gráfico: 

 

Nicaragua es un país de que se podría clasificar como orden básico de acceso limitado y con algunos matices de orden maduro, esto coincide con el nivel de Estado de Derecho con el que se puntea. Al ser un orden básico de acceso limitado se puede notar que el Estado de Nicaragua tiene una mejor estructuración y establecimiento. La organización de base perdurable es el Estado y los derechos y privilegios de la elite que están directamente identificados con él. Pero a su vez, existe un nivel de complejidad de las organizaciones públicas y privadas que les permite mantener un nivel considerable de desarrollo económico. Este modelo a partir de las protestas de abril puede haberse visto fracturado, creando un desequilibrio económico e institucional.

 

Es necesario para países como Nicaragua fortalecer las instituciones para crear mayor confianza y mejorar el clima de inversión para de esa manera mejorar la productividad y el desarrollo económico del país que solo será posible a través de unas reglas del juego claras y respetadas por todas las partes y que sean reglas sostenibles y fuertes que puedan perdurar en el tiempo.

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