Todos piden transparencia
Por: Moisés Urbina
“Se busca Licenciado en Comunicación Social, Relaciones Publicas o carreras afines, joven, no mayor de 25 años, con experiencia mínima de tres años en cargos similares al descrito en esta convocatoria”. También pedía tener habilidades en casi todas las áreas de Comunicación Social (que son muchas). Así decía una vacante que un día me llego a mi correo personal, mi indignación no cabría ni en un extenso reportaje, pero tratare de resumirla.
Primero, ¿Cómo es que buscan a un joven profesional con tanta experiencia? ¿Se han puesto a pensar que en Nicaragua es muy difícil culminar la universidad? La edad promedio en la que los jóvenes logran acabar un pregrado en la universidad en nuestro país es entre los 22 y 25 años, a menos que hayas iniciado a realizar pasantías o a trabajar desde que ingresaste a la universidad, no creo que podás cumplir con el mínimo de experiencia solicitada.
Segundo, entiendo que para algunas áreas que requieren de mucha especialización, como realizar operaciones a corazón abierto, te pidan experiencia. De lo contrario, no comprendo porque todas las empresas y organizaciones te piden experiencia ¿Cómo quieren que contemos con “experiencia” si nadie nos da la oportunidad de obtenerla?
Por último, ¿Cómo quieren que un joven menor de 25 años esté especializado en tantas áreas de su profesión?, además de ser todo un reto culminar un pregrado, las especializaciones, maestrías y posgrados son estudios muy costosos, a los que sólo un pequeño porcentaje tiene posibilidades de acceder. Pero lo peor no es eso, es que además que buscan a un “todólogo” los empleos no son bien remunerados, al menos no si sos un joven “sin experiencia”. En pocas palabras, somos vistos como la mano de obra más barata que pueden encontrar.
Pero, ¿Saben qué? Los empresarios son los que se pierden de todas nuestras ideas y aportes, porque nosotros estamos llenos de creatividad y nuevas propuestas y tal vez para cuando ellos quieran darnos la “oportunidad” nosotros ya seamos nuestros propios jefes y dueños de nuestros negocios.