¿Qué es ser mujer en Nicaragua?

¿Qué es ser mujer en Nicaragua?

Por: Snappy Toes 

Hola, te saluda una mujer treintañera. Me llamó mucho la atención el título de este escrito, y al reflexionar sobre él, me he ensimismado en la pregunta: ¿Qué significa ser mujer? La respuesta varía según la perspectiva de cada persona. Para mí, ser mujer es vivir de manera natural, conforme a la realidad personal que se experimenta en el hogar y en el país, en este caso, en Nicaragua.

La mujer merece respeto, pero la realidad nicaragüense nos muestra que aún estamos lejos de practicar este respeto hacia quien da vida y lleva consigo la cruz del amor materno. La mujer educa, cuida y guía a sus hijos en sus primeros pasos, y aunque nunca deja de ser madre, su rol no termina allí. Siempre está dispuesta a ofrecer consejos, a ser el apoyo necesario en medio de los altibajos de la vida.

En mi linaje femenino, que abarca a mi abuela, mis tías y mi madre, siempre ha existido un profundo sentido de responsabilidad hacia los hijos, la educación y el bienestar familiar. Cada una de ellas ha desempeñado un papel fundamental en la vida de su familia. Así, la mujer es un ser multifacético, como la luna, que pasa por diferentes fases, pero siempre en proceso de empoderamiento y crecimiento personal a lo largo de su vida.

Me gustaría que, en mi país, en mi municipio, la mujer fuera tratada con la integridad que merece, simplemente por ser un ser humano con emociones, que necesita ser escuchada y valorada. ¡Basta ya de abusos, menosprecios e ignorancia! Nosotras, al igual que los hombres, tenemos el derecho al respeto y la igualdad, dos condiciones esenciales para poder avanzar y prosperar.

Te dedico a ti Mujer estas palabras:

Mujer, vive según tu realidad, no te compares, porque eres un ser único e irrepetible. Eres una huella única, por eso brillas con tu forma de ser.

Eres el ser más icónico que ha pisado la tierra, una prueba viviente de que estamos hechas de esencia y transformación. Y si en algún momento de la vida te derrumbas, sea cual sea la razón, nunca desfallezcas. Sabemos que estamos abiertas al cambio, y si algo es innegable, es que nuestros sentimientos siempre están a flor de piel. ¿Y qué? Somos humanas, con aciertos y errores.

Tu valor es tu corona. Tu amor propio es el edificio invaluable que te sostiene y te ayuda a mantenerte en pie ante las adversidades de la vida. Espero que, al menos, el simple acto de regalar una sonrisa sea el reflejo de nuestra esencia.

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