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Mi primer empleo

Mi primer empleo

Por: Katherine Rostran

Ser joven en América Latina, específicamente en Nicaragua es muy difícil, ya que como país subdesarrollado se tienen pocas oportunidades de desarrollar las capacidades cognitivas del joven y llevar a cabo el desarrollo personal y profesional. La falta de oportunidad de prácticas en las empresas nicaragüenses, de por vida, ha sido un reto, para jóvenes, más aquellos provenientes de familia de clase social baja, que media, los jóvenes de hoy tienen una cosa en claro: el mundo está cambiando y quieren estar listos para enfrentar los desafíos de esta nueva era.

Algunos de esos desafíos son a la vez amenaza y oportunidad: el avance vertiginoso de la tecnología puede significar la desaparición de algunas tareas, pero también la aparición de nuevos y mejores empleos; la tecnología también puede crear más transparencia en las cuentas públicas, cuya falta atenta contra ese nuevo porvenir. Los y las jóvenes que en estos momentos tenemos la oportunidad de trabajar desde casa, debemos verlo como un nuevo reto. Es decir, una nueva forma de medir nuestra productividad y desarrollar nuestro potencial mientras trabajamos en “pijamas”. Debemos de dar siempre lo mejor de cada uno y una y adaptarnos a esta transformación social que estamos viviendo.

En Nicaragua 6 de cada 10 personas, se encuentran en el subempleo. El sector informal representa alrededor del 70 por ciento de la economía nacional. Y ahora el coronavirus genera pérdidas y más desempleo. se tienen pocas oportunidades de desarrollar las capacidades cognitivas ¿Cuáles opciones nos quedan a nosotros, las y los jóvenes sin o con poca experiencia laboral?; ¿el desempleo? ¿el subempleo? ¿el trabajo informal?; al ver la magnitud de esta situación, pensamos en nuestro futuro y bienestar, ¿verdad? Es normal que sintamos temor.

 Soy recién egresada y creo que muchas/os compartimos este sentimiento de miedo, estrés, hasta frustración de cierto modo, cuando vemos la realidad actual y decimos: ¡WOW! estaba empezando a volar, a crecer, a sentirme independiente. Luego de haber superado una etapa de incertidumbre provocada por la crisis socioeconómica del 2018, ¡ahora esto! No es un miedo infundado. La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (FUNIDES) estima que la tasa de desempleo abierto puede aumentar este año entre 7.3 y 9.2 por ciento como consecuencia de la pandemia por el COVID-19. O sea, que a final de año habrán más de 238 mil personas desempleadas en Nicaragua.

La preocupación de la falta de oportunidades laborales a causa de la covid-19 han aumentado debido al aumento de contagios, cierres de negocios y el confinamiento que aún persiste en la mayoría de países de América Latina, más aún en países de alta gama económica como Brasil, según organizaciones de alto prestigio de índole internacional la recuperación económica después del covid-19 será a pasos contados, es decir, esto llevara años para que la economía en América Latina este como estaba antes del 2020, año de la covid-19 mientras, que harán las personas con menos oportunidades y de escasos recursos.

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