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Algún día

Por: Roberto Sáenz

Soy hombre y me gusta serlo, me gusta tener cuerpo de hombre y ¿saben qué? También me gustan los hombres. No sé por cuánto tiempo callaré, cuánto tiempo seguiré fingiendo ser algo que no soy, algo que la sociedad me ha impuesto, el día en que salga de donde muchos dicen “el Closet o Narnia” seré totalmente… ¿Feliz o infeliz? No lo sé aún.

El closet, quizá sea para las personas homosexuales o al menos eso es lo que la sociedad nos ha hecho creer ¡La maldita sociedad! Siempre me he preguntado, ¿Por qué se tiene que complacer a la sociedad y no a nosotros mismos? ¿Por qué no solo nos proponemos ser felices ante todo? ¡Es nuestra felicidad y nadie más tiene que influir en ella! ¿Por qué nuestros padres siempre piensan en el que dirán las personas de su hijo maricón, puto, cochón, mariposa, comelón? – ¡Ay! ¿Qué va a decir la fulanita? ¿Y a mí qué?

No me importa la gente solo trato de ser feliz, pero sobre todo, trato de sobrevivir a pesar de lo que diga la estúpida sociedad. ¿Por qué no pensarán en que si su hijo es feliz amando al alguien con su mismo órgano sexual está bien? Tan solo es amor. Es el mismo sentimiento que cualquier persona siente por alguien más. Me pregunto yo, ¿Acaso somos seres incapaces de amar y ser amados?

Nosotros los… “diferentes” también somos humanos al igual que ustedes, tenemos sentimientos. Regularmente, nuestros sentimientos van más allá que los de las personas “normales” (heterosexuales) puedan sentir o expresar. Los homosexuales, no nos hacemos, ¡Nacemos así señores! A como nadie elige ser zurdo ¿O sí? ¿Quién querría elegir ser una persona a la cual discriminan? Una persona de la cual hablen sobre su caminar, vestir, su forma de ser, sobre su forma de hablar e incluso contra la que puedan cometer un homicidio todo por su preferencia sexual.

Quién sabe hasta dónde llegaremos muchos con esto, no sé si a ustedes les pasa que sus amigos (llamémosles conocidos) o tu misma familia te dicen: “serás un buen esposo” o quizá, “tendrás una buena esposa”. Sucede, que hace unos días una amiga me dijo: “Serás un excelente esposo”. Y me dije: ¡Claro! “Lástima que la religión se anteponga a que personas del mismo sexo podamos casarnos” y sólo le sonreí; cuando luego mis tías comentan algo como: ¿Y la novia? Debes tener varias enamoradas –dijo. ¿Cuándo vas a tener hijos? Sin embargo, no se imaginan que su sobrino querido es gay, y le gustan los penes. Contrario a lo “normal” es decir, las famosas “vaginas”. Además, que no solo tiene enamoradas, sino también enamorados. Si tan sólo supiese mi familia que jamás tendré una novia, porque prefiero ser feliz siendo gay a escondidas que heterosexual en público.

¿Algún día seré lo que la sociedad acepte? ¡Jamás! prefiero ser feliz…

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