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¡¡Que nos digan igualados!!

Por: Moisés Urbina Rivera

“Yo propongo que todos nos unamos como hermanos, que haya paz en este mundo y que los que tenemos más demos un poco a quienes no tienen nada, entonces podremos vivir mejor, porque todos seremos iguales…” Ese sería el típico discurso de una Miss en la ronda ­final de un concurso de belleza, pero creo que el intelecto humano da para más que frases trilladas y mis experiencias me impiden pensar de manera tan ilusa.

Nicaragua no es un país pobre, por el contrario es una nación más que rica en recursos naturales, materiales y humanos. El problema radica en que las riquezas están centralizadas. Es decir, que mientras la mayoría vive “con las completas”, una pequeña élite, goza de lujos y comodidades comparadas con las de cualquier potencia mundial. Con esto, no quiero decir que hay que quitar el dinero a quienes más tienen y dividirlo en partes iguales, porque esa no es la solución.

A diario veo, como las personas con más dinero parecen tener más derechos que quienes tienen menos o nada. Para que no piensen que hablo sin razón, daré algunos ejemplos de lo que digo:

Alguien que comete un delito, pero que tiene dinero y pertenece a una familia “de renombre”, es liberado inmediatamente y en caso de llegar a un juicio, es tratado con privilegios, hasta quedar libre o cumplir con penas y sanciones mínimas, aunque en la mayoría de los casos sea culpable. Mientras, alguien pobre, sería arrestado inmediatamente y sin juicio alguno, sería trasladado a un sistema penitenciario, sin haberse comprobado su culpabilidad.

Alguien con dinero, puede llegar a Migración y Extranjería y evitarse la fatiga de hacer largas ­las bajo el inclemente sol, para obtener su pasaporte. Mientras, alguien que apenas y tiene dinero para pagar los trámites, debe madrugar, aguantar sol, hambre, sed y hasta maltratos de los empleados de esta institución.

Si has presenciado alguna de estas situaciones, sabrás lo incómodo y molesto que es ver este tipo de preferencias absurdas. ¿Y entonces? ¿En Nicaragua vales más en la medida que más tengas?

Yo no digo que el dinero debe ser repartido, porque hasta eso sería discriminar y tener lástima a los demás. Lo que yo propongo, es más justo y racional: trato similar e igualdad de oportunidades para todos, si hay que hacer ­la bajo el sol que la haga tanto el pobre como el adinerado, que la ley y la justicia de verdad sea ciega, que todos paguen por sus delitos sin importar el apellido o “linaje”, pero sobre todo, que nuestros derechos se cumplan en igualdad de condiciones, y, si vemos que en algún lugar o en determinada situación, se le da preferencia a alguien sobre nosotros, hablemos y no dejemos que nos pasen por encima.

Al final, si con reclamar hacemos cumplir nuestros derechos y logramos ser tratados con igualdad, qué más da que nos digan igualados.

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