Las mujeres valemos mierda
Por: Cecilia Castro
El día que aprobaron la ley 779, Ley Integral Contra la Violencia hacia las Mujeres, Nicaragua daba un paso adelante, pues las cifras de maltrato, muerte, asesinatos en contra del género femenino eran alarmantes. Muchas de las organizaciones feministas manifestaron su alegría, no lo podían creer. La aprobación de esta ley, era la punta del iceberg. Aún faltaban muchos esfuerzos más.
¿Esta ley castigaría a los violadores, abusadores, padres patriarcas? Sería lo ideal, lo más justo para nosotras. ¿Cuántos años las mujeres hemos aguantado rechazo, golpes, abandono, humillaciones, discriminación, violaciones? Cuántos? Me pregunto, el motivo? SER MUJER. En mi país, lamentablemente ser mujer es sinónimo de vergüenza, de tristeza, lo cual implica que tenemos que callar y bajar la mirada.
Hace unas semanas atrás la magistrada de la Corte Suprema de Justicia, Alba Luz Ramos denunció que compañeros de trabajo estaban en contra de la ley 779, incluso que ya se contemplaba que 5 artículos de la misma, carecían de inconstitucionalidad, por el hecho de que iba en contra de la integridad y derechos individuales de los hombres. En una ocasión Ramos dijo “la ley tiene adversarios dentro del mismo poder judicial”, aunque se negó a dar nombres y apellidos de esos “altos funcionarios”.
La creación de esta ley y la postulación de la misma fueron discutidas y analizada en muchas ocasiones, antes de ser aprobada, incluso Wilfredo Navarro, diputado, manifestó que en los artículos de la ley 779, no se menciona daño a los hombres, ya que él presentó el proyecto de ley y “tengo posición clara que los únicos hombres que le deben de temer a la ley son los que agreden a las mujeres”. Así también la procuradora especial de la mujer, Débora Gradinson, aseguró que las mujeres no permitirán la derogación de la Ley 779, “No vamos a permitir que esta ley se derogue».
Pero esto no es todo, no, pues monseñor Silvio Fonseca, párroco de la Iglesia Santa Faz de Managua, dijo que esta ley promovía la desigualdad de género, ya que desprotegía a los hombres. Se habrá visto semejante aberración de la palabra?
Me indigna que los altos funcionarios, sacerdotes e incluso el mismo gobierno de Daniel Ortega, quien se llena la boca al decir que su política de gobierno es en pro de las mujeres, sean ellos los que quieren derogar la ley. Claro está que no es Ortega directamente, sino sus títeres amaestrados para llevar la contraria siempre. No es acaso motivo de enojo que mientras Ortega divulga una sociedad “humanista, cristiana y solidaria” muchas mujeres, en ese mismo instante, están siendo abusadas por hombres… digo aspirantes a hombres.
La frase trillada “a la mujer no se le toca con el pétalo de una rosa” es historia, pues ahora la mujer sí se toca, pero con “garrotes” y machetes, porque sostengo las mujeres valemos mierda en este país.
Está claro que con solo la aprobación de la ley, no va cambiar la cultura de violencia, pues Nicaragua aún está en pañales, pero si deberíamos contribuir a la divulgación de esta iniciativa. ¿Por qué no ir a las escuelas, centros de salud, e incluso subirse a las rutas, para explicarle a la gente lo que en realidad implica la ley? Es acaso miedo lo que tienen las mujeres? O es que ya se acostumbraron a vivir así?
Las organizaciones feministas se basan en marchas de protestas, dimes y dires, así no resuelven nada, yo propongo más que una marcha, una revolución de pensamiento femenino, ya que en muchas ocasiones somos las mismas mujeres las que encubrimos a nuestros vértigos. “Denuncia la violencia” rezan muchos eslogan, pero….las mujeres víctimas, en realidad saben cómo denunciar?
No es solo la derogación o aprobación de la ley, No, falta hablar de aborto terapéutico, falta que se aborde el tema de la participación de la mujer en asuntos políticos, sociales, económicos…falta mucho todavía….y lo que menos hay es tiempo. Es hora de actuar y tomar decisiones. Yo ya propuse, pero vos querés seguir viviendo así?
