Seleccionar página

La consulta fue la advertencia.

Por: Juan Daniel Treminio.

Si en dado caso llegasen a construir el Canal Interoceánico (cosa que lo dudo) será de Wang Ying y de Ortega nada más, no de Nicaragua. No hay un solo indicio donde demuestre que el principal y gran beneficiado seremos los nicaragüenses; si en verdad fuera esa la intención primero nos debieron haber consultado, pero aquí pasó todo lo contrario, no hubo consulta y han advertido que quien se oponga a su proyecto se atenga a las consecuencias.

Luego de pasar encima del pueblo nos hicieron una serie de advertencias y prohibiciones incluso en el momento en que estaban aprobando su ley cuando la ex diputada Xochilt Ocampo fue inmediatamente destituida luego de que “se le olvidó” votar a favor de la ley 840, fue evidente que Xochilt tenía prohibido votar en contra o abstenerse.

Claro, si usted les pregunta que si hicieron consulta para aprobar éste proyecto obviamente dirán que sí, y tienen razón, solo que sus métodos son extraños; la consulta que le hicieron a los campesinos fue como un regalo navideño salpicado con sangre el pasado 24 de diciembre cuando siquiera había salido el sol, es una clara advertencia para todos los que nos oponemos a la estafa canalera. Ese mismo día el teniente y médico militar Yader Montiel también tenía prohibido abrir su boca en su propia casa.

Lo lamentable es que luego de habernos prohibido decidir por nosotros como país nos han prohibido el derecho a preguntar, nos han prohibido exigir respuesta, nos han prohibido la conciencia, la lógica y el debate; nos prohibieron esperar respuestas, nos prohibieron conocer la realidad, prohibieron opinar, prohibieron la inteligencia aún entre ellos mismos y no les basta con eso, también han querido convertirnos en marionetas de su propio circo.

Al menos a Xochilt le quedó un poquito de dignidad y al resto de militares o funcionarios la advertencia de lo que les puede pasar si abren su boca. Mientras Ortega sigue invisibilizando a los campesinos y a los miles de afectados por esa concesión, éstos seguirán luchando por sus tierras aunque les cueste un ojo de su cara literalmente.

Debemos tener más conciencia ciudadana, amor a la patria, lealtad y dignidad a nosotros mismos. Asumamos el reto de hacernos valer y respetar y demostremos que Nicaragua es de los nicaragüenses y para los nicaragüenses.

Sobre el Autor

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Videos Recientes

Cargando...

Revista digital