Incendio en mi alma
Por: Edgar Díaz
Camoapa, Nicaragua.
Al pie de un árbol con sus frágiles ramas
Me cubría una sombra marchita y triste,
El sol con sus rayos ultravioletas me encendía
Los tejidos de mi piel morena.
A cada instante perforaba más lento y
Ardiente las células de mi cuerpo,
Quemando mis verdes azules venas.
Y mi esperanza anhela ser el alimento del mañana.
Mientras en mi alma se formaba una llama
De fuego que penetraba hasta mis tuétanos,
Derritiéndome dolorosa y lentamente
Hasta no dejar una sola partícula de mis huesos.
Llegaba el atardecer gris, y el sol se escondió
Atrás de la montaña verde olivo,
Exhalé profundamente llenando mis arterias
Y me pregunté: ¿Qué sería de mí sin la naturaleza?
Ala distancia corrían las aguas cristalinas de un rio,
Los peces llenos de colores aleteaban en lo profundo,
Sin saber, que agonizaban desesperadamente
Y aguas dulces perdían la esperanza de existir.