Exilio, pandemia y xenofobia

Exilio, pandemia y xenofobia

Escrito por: Chepito Barricada

Es conocimiento de todas y todos que, a raíz de la violencia estatal con su génesis en el año 2018, un gran número de nicaragüenses hemos tenido que marchar hacia Costa Rica y otros países. Desde hace dos años, las y los nicaragüenses nos hemos enfrentado en situaciones muy difíciles que plasman escenarios aún más tétricos en un exilio que surge para salvaguardar nuestras vidas.

Mediante la pandemia iba avanzando en el mundo, quedaban expuestas las capacidades de los gobiernos de cada nación. Es decir, una vez más el gobierno de Nicaragua manifiesta su incapacidad para ejercer una mínima gobernabilidad. La ausencia de medidas de protección ante el covid-19 por parte del Estado de Nicaragua incidió para que la población de los demás países de Centroamérica, no solo sus gobiernos, empezaran a temer por la seguridad sanitaria de sus países, esto empezó a convertir a Nicaragua en una amenaza regional.

Las personas que nos encontramos exiliadas en países centroamericanos, somos testigos de esta preocupación masiva por Nicaragua, tan así que cuando el presidente Ortega apareció en una cadena nacional tras un mes de ausencia, los canales locales costarricenses transmitieron su reaparición. No obstante, la continua negligencia estatal por la sanidad pública en Nicaragua, despertó un mar de críticas no solo al gobierno de Nicaragua sino reaparecieron los tradicionales mensajes de odio por ciertas personas costarricenses hacia la comunidad nicaragüense radica en Costa Rica. Esto se debe al temor de la sociedad tica a que los esfuerzos del gobierno del presidente Alvarado por mantener controlada la cantidad de contagios, sean vulnerados por la histórica migración irregular de las y los nicaragüenses hacia Costa Rica. De tal manera, que sea reforzado al doble la seguridad en puntos fronterizos de la zona norte costarricense, de la mano ordenes de restricciones vehicular muy extremas en cantones como Los Chiles, Upala, San Carlos, entre otros, y, la prohibición por parte del ministerio de salud de atender a ciudadanos nicaragüenses sin un estatus migratorio regular en el país.

El presidente Alvarado, el ministro de seguridad Michael Soto y el ministro de salud Daniel Salas han llamado a la ciudadanía a que guarden respeto por las personas extranjeras radicadas en el país. No obstante, las cámaras de una televisora costarricense captaron como son los mismos militares que custodian el puesto fronterizo de Peñas Blancas, quienes guían a las personas para ingresar de manera irregular a Costa Rica, recibiendo así una coima por la población migrante. Esto, sin duda ha provocado una respuesta negativa por parte de la ciudadanía costarricense que emprende ese rencor por la mala gestión del presidente Ortega y sus funcionarios, en contra de nosotros y nosotras, a pesar de que tengamos alrededor de dos años viviendo en suelo costarricense.

Cabe destacar lo más importante; la otra parte de la población costarricense, si bien es cierto, actitudes xenofóbicas han incrementado en los últimos días. Sin embargo, hay una gran cantidad de ticas y ticos que han dado muestra de solidaridad para con personas nicaragüenses radicadas en Costa Rica, hay una cantidad importante de costarricenses que han demostrado empatía para con nuestras realidades y que incluso nos hemos convertido en fuentes de información para responder muchas incógnitas que se tiene con la “gestión” del gobierno de Nicaragua en estos momentos de vulnerabilidad mundial.

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