Confeccionando una historia.

Por: Jorlene Gómez.

El hacer vestidos de muñeca hace más de 30 años, es lo que   dio la idea a doña Ana Irene Acosta para crear un taller de costura que es su micro-empresa familiar en la actualidad.

Para doña  Irene Acosta, todo lo que su mamá le enseñó sobre la costura,  fue la inspiración para que años más tarde  tuviera su taller de confección.   A los ocho años de edad cosía ropa a mano para sus muñecas, a medida que mejoraba en calidad, las empezó a vender.

Durante las fiestas de septiembre, ella observaba el desborde de los trajes típicos y poco a poco fue tomando fuerza su idea de crear un taller especializado en ese tipo de ropa.  La calidad de su trabajo ha hecho que  sus productos sean reconocidos y que ella tenga fama y prestigio.

Ella ha trabajado desde hace unos  30 años.  En este período su familia ha sido un gran apoyo, para consolidar el negocio, especialmente su esposo, quien incluso asumió la dirección   en una ocasión en la que ella se enfermó, logrando resolver mientras   se recuperaba.

Kathya Textil es una pequeña empresa familiar que aspira a posicionarse como una iniciativa reconocida en el país y en la región centroamericana y más allá si se puede.

En Kathya Textil se elaboran piezas típicas representativas del folklor de Nicaragua,  también de El Salvador, Honduras y Guatemala, y se distribuyen en mercados locales y en la región.  Ésta micro empresa actualmente cuenta con 11 trabajadores, entre ellos bordadores, encajadores y armadores.

 

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