Urge rescatar la educación otra víctima del FSLN

Por: María Angélica Almendárez

Los fines y objetivos de la «Nueva Educación» nicaragüense impulsados por el FSLN en los 80 claramente se enfocaban en crear un adoctrinamiento generacional, muy difícil de contrarrestar hoy en día, recalcaba la necesidad del sometimiento con un alto espíritu de sacrificio y abnegación para «defender la patria y la revolución».

En todos los niveles educativos y todas las instituciones públicas y esferas sociales, expresan sin reparos su odio hacia los opositores, incitan y justifican la represión violenta y los crímenes en nombre de su «revolución» inexistente.

Como es costumbre de esta organización criminal, carente de cultura, se contradicen desde siempre, tal es el caso del Estatuto sobre Derechos y Garantías de los Nicaragüenses que en su artículo 22 establecía que: quedaba prohibida toda propaganda en contra de la paz y toda apología del odio nacional racial o religioso… Es innegable, aunque traten de esconderlo ante la comunidad internacional, que se han empeñado en hacer todo lo contrario desde su primera toma del poder.

Es evidente que en Nicaragua la educación muestra el daño infligido por el régimen, que obstaculiza, por ejemplo, la autonomía universitaria, lo cual hace posible que instrumentalice las universidades públicas.

La hostilidad de la dictadura hacia todos los universitarios que se han negado a someterse a la mediocridad y manipulación es innegable, y va en aumento.

Por eso es fundamental continuar exigiendo la restauración de la autonomía universitaria y así permitir que las universidades cumplan su servicio primordial: saber, descubrir y comunicar el conocimiento de las ciencias, las artes y las humanidades.

No deben continuar sirviendo como instituciones represivas y de enriquecimiento de individuos que, mediante la corrupción y el robo, utilizan el presupuesto educativo para beneficiarse.

El conocimiento producto de la educación superior tiene que ser aplicado para la solución de problemas, no para reclutar criminales y borregos en las filas del FSLN.

La dictadura, mediante la censura y la represión, nos ha arrebatado violentamente la condición de libertad de investigación y enseñanza, negándonos el bien común, que depende de la libre búsqueda de la verdad y su libre exposición.