Seleccionar página

Pernicioso tu cigoto de ira

Pernicioso tu cigoto de ira

Por: Hloutwing

Arrúa el jabalí en la intensidad de lo incierto,

así como el éter del septenario constituye tu ser.

El fuego intenso del alma engulle tu juicio y precepto,

por vanas conclusiones, tu facción inicia a enrojecer.

Tu fuente se desborda, exaltándose tu mente sorda,

la tez se percibe cambiante, y en tu pecho flamante,

se esboza ignominioso, ¡Un Minotauro de ira deseoso!

A ordenanzas del rey petulante, su voz se escucha imperante.

Pernicioso es aquel que cierra los ojos y aprieta los dientes,

la muerte de un caballo deshonró sus pendientes,

ciro ofuscado y perturbado convirtió a Gyndes en vertientes.

Alejandro conquistó, y en un banquete su ira explotó.

Clito el Negro azabache murió, al murmullo cedió.

Punzante la muerte llegó, Magno al fin una batalla perdió.

Sobre el Autor

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Videos Recientes

Cargando...

Revista digital