Odisea laboral

Odisea laboral

Por: Richard Hernández

Tener un trabajo actualmente en Nicaragua es como tener agua en el desierto. Quienes lo tienen son afortunados y quienes no lo tienen buscan a toda costa conseguir uno. No es un secreto que las ofertas de empleos en el país son muy escasas, por no decir casi nulas. A pesar de que seas licenciado o ingeniero no es tarea fácil quedar en un buen puesto. Es por ello, que muchas personas optan por emigrar ilegalmente a otros países en busca de mejores oportunidades y debido a esto muchos de ellos son víctimas de redes de trata de personas o grupos de crimen organizados que los secuestran y luego extorsionan a los familiares de las victimas arruinando más la economía de las familias en vez de mejorar.

Gran parte de los jóvenes que buscan trabajo no han terminado la universidad y por ende cuando son contratados en algunos trabajos vienen a ser explotados laboralmente y no son bien remunerados, la mayoría de ellos a duras penas consiguen el salario básico; el cual no alcanza para costear la canasta básica actualmente. Hay algunos empleos que siempre tienen convocatoria abierta pero muy pocas personas se interesan por ellos, como, por ejemplo: Seguridad privada, vendedores de Claro / Tigo, SERLISA, asesor de ventas casa a casa de servicios de internet, entre otros. Pero como a algunos no les resulta ganar por comisión, o quieren ahorrarse el gasto y trajín de solicitar sus documentos para luego andar de empresa a empresa dejándolos, esperando si por la gracia de Dios son llamados a una entrevista; han optado por ser emprendedores y poner sus negocios personales: tiendas virtuales, panaderías, venta de ropa usada, cosméticos, sublimaciones, pulperías, costureras, heladerías, etc.

Sí, es un hecho que los trabajos están escasos; pero esa no debe ser excusa para quedarnos de brazos cruzados en nuestras casas, esperando vivir de lástima, solidaridad o ayuda de otras personas o esperar una llamada que tal vez nunca llegará. Si no tienes un empleo, ya tienes un trabajo, ¿cuál es? ¡Buscalo! El único que se muere de hambre es el perezoso a como lo dijo el sabio Salomón. Y aunque para muchos el trabajo sea aflicción de espíritu, el salario nos dará la satisfacción y el ánimo que nos falta para sobrellevarlo.

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