La vida en una mochila
Por: Serch
Nos volvió a pasar. Hace 40 años experimentamos una ola de inmigración, siendo los principales países Costa Rica, México y Estados Unidos donde miles de nicaragüenses encontraron oportunidades para tener una vida mejor. Después de 4 décadas las nuevas generaciones están tomando este rumbo de abandonar a Nicaragua, gobernada por una familia y manejada como si fuera su finca. Y lo más turbio de esta situación es que hace 40 años Daniel Ortega también estaba en el poder.
Buscar empleo en Nicaragua se ha vuelto denigrante, primero porque las empresas pasan por encima de las leyes laborales, el trato que dan a los trabajadores es violento y el salario precario que no alcanza para vivir un mes.
También vivimos una cadena de represión y persecución política por parte del gobierno, impulsando el desplazamiento de nicaragüenses a otras naciones para salvar sus vidas de una encarcelación por parte de las autoridades. En pleno 2022 el acoso por pensar diferente y demandar los derechos sigue palpable en nuestro país.
Existen miles de historias, pero las circunstancias son las mismas, dejando atrás años de esfuerzo y solo llevando lo que alcanza en una mochila. Sabiendo que el camino será difícil e incierto, las historias que los entrevistados narran es el calvario de ser hoy nicaragüense en busca de oportunidades.
Sin dinero y en otro país
Geyling Espinoza, es una chavala de 28 años trabajaba como recepcionista en una agencia de publicidad en Nicaragua. Con el tiempo miró que su salario no ajustaba para vivir el mes. “no me daba para seguir pagando la universidad y mantenerme a sí misma. La primera oportunidad que se me presentó fue la de viajar a Costa Rica con una propuesta laboral”, relató Espinoza.
Recuerda lo difícil que fue al llegar a Costa Rica, “Solo tenía una amiga, iba con el dinero completo y tenía que ver como subsistir el primer mes de trabajo, mi amiga me tuvo que hacer el préstamo para la renta del primer mes, no tenía donde dormir y me tocó pasar los primeros meses en una colchoneta, no tenía donde cocinar y mi amiga me tuvo que apoyar en la alimentación de la primera quincena”.
Lo más duro que vivió fue cuando llegó a San José y no tener el suficiente dinero para movilizarse en la capital costarricense. Costa Rica fue la primera opción y oportunidad que tuvo Geyling, para mejorar su economía. Y a sus 6 años de vivir en otro país, todavía no pierde las esperanzas que promuevan nuevas y mejores leyes para los inmigrantes.
Geyling, se ha establecido económicamente, ha logrado sacar sus estudios, aprendió una cultura diferente en un país libre de oportunidades sin ser juzgado por tu color, orientación sexual y religión. Aunque para algunas personas costarricenses los nicaragüenses le llegamos a quitar el trabajo y supuestamente hacer desastres en su país, también hay costarricenses que valoran nuestro trabajo y agradecen que no solo los nicaragüenses, también de otros países hemos logrado mantener la economía en su país “¡Por los extranjeros Costa Rica, no fuese lo que es hoy!”, comenta Geyling.
Inestabilidad y acoso
Ahora cruzamos el charco con Nelson Guardado, establecido en España, era asistente de ventas, cuando estaba en Nicaragua.
Decidió emigrar del país, debido a la falta de garantías democráticas que representa Ortega y su esposa, la falta de oportunidades laborales, ya que muchas empresas debido a recesión económica estaban empezando a cerrar, otro factor seria, lo parcializado que estaba el acceso a la educación superior, y la corrupción en la universidades estatales, sumado a que se le quito a varias universidades, el 6 % constitucional, dejándote sin posibilidad de obtener una beca; sumado la inseguridad, las altas tasas de delincuencia, violencia y acoso político, en mi caso particular y fue una de las principales razones, fue que recibí en varias ocasiones acoso, en redes y en la calle, y eso me genero un poco de miedo. Recuerda Guardado.
Lo que más me hacía falta en Nicaragua, eran las oportunidades de desempeñarme como profesional, y estabilidad económica, dado a que los salarios en el país no compensaban todos los egresos que generabas mes a mes, y también seguridad… Caminar en Managua era vivir con constante miedo de que tal vez no llegabas vivo a la puerta de tú casa, esto por la cantidad de ¨reos de conciencia¨ liberados.
Guardado eligió Europa, precisamente, porque en materia de DD. HH están más avanzados que nosotros (Nicaragua), “también tenía a mi red de apoyo, mi mejor amiga en Alemania, que ella, sería mi punto de partida en Europa, y también porque siempre he visto en Europa que las oportunidades están, y tienes la posibilidad de lograr hacer muchas cosas, en lo personal, y en crecimiento profesional incluso” explicó Nelson.
Nelson nos compartió su proceso en España, y esto comentó, “pues tengo a penas 6 meses, no he logrado mucho, pero por ejemplo, ya estoy dentro del sistema sanitarios, he logrado obtener redes de apoyo social, asesoría legal gratuita, atención psicológica, ya tengo mis citas avanzadas para empezar el proceso de regularización, ya obtuve mi primera entrevista, he logrado también disfrutar, conocer, y conectar con gente de varios lugares de Europa, América, y África, pero sobre todo aprender sobre cómo se hacen los procesos acá, y así poder de esta forma, ayudarle a alguien, que llegue y no sepa nada al respecto, poder asesorar e indicar como hacer las cosas, que al menos sepan que puertas tocar, eso para mí, es importante, tener una guía de como hacer las cosas, y poca gente, no sé si por egoísmo, no lo hace, pero, pues pienso que estamos para ayudarnos”.
Huyendo por su vida
Jorge tiene 32 años, salió de Nicaragua hacia Estados Unidos por tierra, porque su familia es tildada de opositora en Masaya. Cuenta que los simpatizantes del gobierno los amenazaban con encarcelarlos por ser golpistas, “Ya sabes cual es el discurso que tienen, discurso que se cumple a cabalidad. Y si tenía miedo de que un día llegara una patrulla y parar en el famoso Chipote. De Masaya, me fui para Estelí palmado y con dinero prestado. De Nicaragua a Guatemala todo tranquilo, si se mira sus puntos peligrosos, pero México es otro asunto que te deja helado” relató Jorge.
En su trayecto hacia Estados Unidos, iba pensando en todo lo que dejaba atrás, su familia y el esfuerzo sembrado en Nicaragua. “En medio del frio que hace en algunas partes de México, iba diciendo mil cosas en mi mente, odiando a los dos que juegan hacer presidente y vicepresidenta, fueron 45 días de camino hasta pisar suelo gringo” comentó.
Al llegar a la Unión América, Jorge se entregó a las autoridades de migración donde pasó recluido 2 meses, “me la vi duro, y el miedo que me digan vas de nuevo para Nicaragua, eso era de todos los días de tener los nervios al 100 % descontrolado. No estoy bien que digamos, pero tengo libertad, amigos y familiares me han ayudado hasta hoy. Seguimos denunciando todas las injusticias que vivimos como nicaragüenses, estamos vivos, mientras respiremos seguiré alzando mi voz”, contó Jorge.
Nuestros compatriotas siguen siendo secuestrados en su pase por México y dejando sus vidas en el cruce del Rio Bravo, se reportan en una cifra preliminar que 18 nicaragüenses han muerto entre marzo y abril cuando transitaban por el país Azteca. Así está la situación en Nicaragua del 2022 incierta y sin rumbo.