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La tríada de Nicaragua, una mirada en tiempos de coronavirus.

La tríada de Nicaragua, una mirada en tiempos de coronavirus.

Escrito por: Henry Jaime Duarte, Sociólogo.

En las últimas décadas, y, especialmente, en los últimos meses, el mundo global venía presentando una serie de convulsiones acaecidas por los sistemas superfluos y cada vez más antropocéntricos en aras del consumo desmedido y la súper explotación, me refiero a las convulsas reacciones que van desde lo ecológico hasta lo social y político.

Dentro de esta dinámica, Nicaragua no ha sido la excepción, si bien contraíamos recientemente el hecho de una profunda crisis sociopolítica que estalló en abril del 2018, hoy, en abril del 2020 contamos con otro fenómeno, el coronavirus.

El impacto mundial de este nuevo patógeno se puede vislumbrar en el corto y mediano plazo, por lo pronto, todos confinados y tratando de sobrellevar las crisis colectivas e individuales que imperan en nuestra psicología social, aún, sin cerrar las heridas de los 80´s, las de abril 2018 y las de hoy.

En estructuras sociales como las nuestras, nos vemos descubiertos y quizás, expuestos a un impacto crítico que termine por colapsar/pulverizar el caduco sistema de salud, no solo por las condiciones económicas, sino, por la falta de legitimidad y credibilidad que socavan al gobierno actual.

La población ha optado por medidas de “autocuarentena” y de “autocuido” para poder subsistir en medio de la crisis, sabe que cuenta con un gobierno irresponsable que oculta cifras de infectados, convoca a actividades masivas con el fin de proyectar normalidad y, en un sentido maquiavélico, propagar el virus de forma intencionada.

Así mismo, que soslaya la idea de ejecutar una campaña integral para el cuido de la salud pública, y que, hasta hoy, ha obviado la creación y desarrollo de políticas públicas que protejan a los sectores más desfavorecidos.

Dicho lo anterior, ante este escenario ¿qué podemos esperar?, las repercusiones son tangibles, desde personas que se desmayan y fallecen en las calles, hospitales sin los respiradores de asistencia necesarios, infraestructuras reducidas, y gran parte del personal cualificado despedidos por alzar su voz en abril del 2018.

En cuanto a logística estamos aplazados, pero la lógica estatal es negar los casos, evitar desembolsos que cubran estos rubros y permanecer en el poder hasta agotar los últimos recursos del erario público.

Sin embargo, en este serio problema en que nos encontramos, no todo es dual, es decir, ¿Dónde está la empresa privada?, si la empresa privada ha querido a jugar como un actor político, si han manifestado en reiteradas ocasiones su apoyo económico a una candidatura presidencial 2021 “de quién sea”, y le han “plantado cara” al gobierno de Ortega, ¿Qué hacen por los pobres? Hasta el momento, poco o nada, las sinergias no se han encontrado, y por lo visto, no se encontrarán en la medida que se sigan fortaleciendo los intereses supra individuales, que los colectivos.

En cualquier responsabilidad social decente, se esperaría que los grandes capitales de este país proporcionen insumos médicos y sanitarios para conllevar la crisis de forma responsable, empero, estamos más cerca de todo, menos de esto; la solidaridad de la empresa privada.

En resumen, somos una suerte andante, los sistemas que deberían “protegernos” nos exponen, sin vergüenza alguna, a los más despiadados y tensos escenarios, teniendo la vida de los nicaragüenses, como algo cosificado que existe, si y solo sí, en tanto fluyan utilidades de por medio.

En suma, en esta tríada de Nicaragua; gobierno, empresa privada y pueblo, estos últimos, en sentido figurado, haciendo mención del dicho popular, cual perro más flaco se le pegan las pulgas.

Por consiguiente, como pueblo no queda otro camino que el de resistir y construir mientras resistimos, a través de los lazos de solidaridad autoconvocada, permanencia del pensamiento crítico y de acciones/actividades que nos lleven a construir un país con sentido de nación, a pesar, de todas las crisis que hemos superado y seremos capaces de superar.

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