¿Has notado que pasan cosas raras en Nicaragua?
Por: Cirila Duval.
No se vos, pero yo he estado observando algunos acontecimientos que aparentemente no tienen nada que ver y de pronto… “todo tiene sentido.” Me refiero a esas situaciones que empiezan a incomodar a la gente y de las cuales pocos medios hablan. Una de esas incomodidades es el asunto de Bosawás (el más conocido hasta el momento), dicen que la tala agresiva a la reserva está siendo ejecutada por colonos, por gente sin escrúpulos que solo pretende extraer madera para comerciarla sin prever las consecuencias catastróficas que esto le acarrea a la biósfera. Respecto a esta masacre natural, las comunidades indígenas, quienes habitan y resguardan la selva de Bosawás, han señalado en varias ocasiones que altos mandos del Ejército Nacional están tras este negocio redondo y por eso nadie en el gobierno mueve un dedo para detenerlos, pues todo el “bisne” es para la misma “empresa”.
Fíjate bien, esa es solo una de esas cosas raras que pasan por estos lados, y digo raras, porque ¡AQUÍ VIVIMOS BONITO! Y pequeñeces como esas desentonan con nuestro amor, nuestra solidaridad y cristiandad. Después me contó Don Eusebio, un señor de Las Banderas, allá antes de llegar a Boaco, que en la mina de piedra cantera próxima a la comunidad, pasan cosas extrañas, resulta que allí la jugada es que los camiones de los comerciantes de piedra cantera hacen la para comprar la piedra en la mina, pero hay una flota de camiones que llegan de otros lados del país y les dan prioridad. Me dijo don Eusebio (ese día que me lo encontré en el bus) que hace poco los comerciantes de la zona hicieron un paro para reclamar porque a ellos no se les vendía el material, a pesar de llegar a hacer la como siempre se ha hecho, el día que a este gente se le ocurrió reclamar llegaron camionetas y helicópteros del Ejército Nacional para “mantener el orden”, yo creía que eso era trabajo de la Policía nacional, pero parece que ya se repartieron la tarea, vos sabés, deben ser cuestiones de solidaridad entre las fuerzas del orden, quien sabe, el punto es que dicen que el dueño de ese caramanchel es de apellido “Aguilés” o algo así. De cualquier manera dice Don Eusebio, que ese maje debe tener pull con la gente del Ejército Nacional.
No es que sea raro que la gente tenga empresas, negocitos así bien humildes, lo raro es que incomoden a los poblados donde se encuentran ubicados los negocios y que cuando esta gente reclama aparezcan soldados del Ejército Nacional al estilo S.W.A.T., tipo película del imperio gringo. ¿Y entonces? Si sacas conclusiones, esta rara la cuestión. Hasta se me ocurrió que a lo mejor estamos repitiendo un ciclo histórico, como cuando Somoza y su guardia eran los dueños de la na grandota “Nicaragua” y la gente era el ganado al que acorralaban y marcaban para distinguir a los terneros, de la vacas y de los toros. Supongo que en aquel tiempo a alguien más le resultó raro.
¡Ve! Y esa empresa con empleados que usan uniforme verde olivo, “bisne” que agarra, “bisne” que le prospera de humo, porque me da la impresión de que no tienen competencia en el mercado, además ni necesitan publicidad, son unos empresarios de bajo perfil a los que nadie les dice no. No se vos, si ya te habías percatado de esas cosas raras que pasan en este país. Menos mal que los nicas somos bien atentos, cuando nos enteramos de que pasa algo “chiva” en la casa del vecino empezamos a tomar cartas en el asunto, primero informando al barrio, verdad, para que todos busquemos una solución en conjunto, (mentira), solo para que los demás sepan que el vecino anda metido en tremendo clavo. Lo bueno es que somos personas atentas y bien informadas, claro, cuando nos pasan la información, porque como te dije de estas cosas raras poco se habla en los medios, solo las comunidades donde suceden estos eventos comerciales categoría militar se dan cuenta, por eso don Eusebio que es buen nica y por supuesto, yo que también lo soy, te comento para que veamos si hacemos algo.
En Nicaragua, con el tiempo uno se acostumbra a cosas como que Ricardo Mayorga pierda todas las peleas, que una que otra ley encarne al “anticristo”, que en Managua ya no llueve en mayo, cosas que al comienzo parecen raras y que después ya ni risa dan. A mí se me ocurrió escribir esto que estás leyendo, más que para probar sonido cerca de tu consciencia, para señalarte esas cositas mínimas que pasan por este lado del mundo y que quizá no sabías. Como diría el gran Harpo Marx (el más elocuente de los hermanos Marx): “aquí pasan cosas raras y nadie las nota”.