
Eva
Por: Erick González
Inocente pregunta que nace en los labios de Eva,
Que se atreve a buscar el porqué de una cruel pretensión,
Y en su alma inocente y confusa no encuentra razón
Ante el cargo del cual se le acusa y que al cielo se eleva.
Su mirada se vuelve brumosa por la confusión
Que le causa el cargo conferido sin ninguna argumentación.
Por momentos se siente perdida en la culpa infligida
Más vuelve en sí y mirando a los ojos a su
Compañero pregunta tranquila.
¿Por qué me acusas?
¿Soy acaso culpable si usas tu libertad?
¿Por qué me acusas?
Si tu gozas de libre albedrío en todo tu obrar
¿Por qué me acusas?
Si has tenido la plena conciencia sobre tu decisión.
No me acuses,
Pues tú fuiste quien forjó el camino hacia tu perdición.