El reto de los socios fuertes
Por: Mario Narváez, Nicaragua
En toda relación se busca el “ganar-ganar”, es decir, que las partes que establecen el vínculo del tipo que sea, mejoren, cumplan metas, se sientan parte de algo y aporten a la buena andanza de esa relación.
Partiendo de ese “principio” de la vida, se aclaran los retos que tiene una vinculación centroamericana, como región, en términos económicos, políticos y sociales, como los que se buscan con la Integración aún no lograda a pesar de varias décadas de esfuerzo.
Con el ejemplo de Nicaragua en mano, se puede ver que en esa relación que se pretende establecer no todos los países involucrados tienen las mismas posibilidades de ganar. Mucho menos cuando se lee entre las metas de la Integración la constitución de Centroamérica como una “Región de Paz, Libertad, Democracia y Desarrollo”.
Para ello, se requieren esfuerzos (o al menos intentos serios, objetivos y sostenibles), y Nicaragua está muy lejos de tener esos esfuerzos para el establecimiento de un sistema democrático con instituciones fuertes, con valores y prácticas ciudadanas que se visibilicen y le hagan viable. El país dista de tener un gobierno que abogue por la justicia sin excepción ni privilegios, que luche contra la corrupción y construya políticas públicas integrales, propiciando la participación ciudadana. Tiene muchas debilidades al momento de brindar las condiciones para la inversión privada nacional y extranjera sin perjuicio de la mano de obra nicaragüense en términos de sus derechos, y la sostenibilidad del medio ambiente, por mencionar algunos puntos.
Ante estas condiciones ¿cómo incentivar a países como Costa Rica y Panamá que no ven “socios” fuertes en la región para establecer una integración igualitaria en términos de beneficios? Siendo estos países, en especial el primero, los que se han mostrado más escépticos con dicho proceso regional. Se resisten a integrarse con países pobres y políticamente débiles e inestables. ¿Cómo tratar los temas de violencia en países como El Salvador, Guatemala y Honduras? ¿Cómo asumir una Integración igualitaria con dos de los tres países más pobres de Latinoamérica (Nicaragua y Honduras)?
Por esa búsqueda de establecer vínculos con socios fuertes donde todos aporten al alcance de objetivos comunes, es que muchos analistas ponen en duda si América Central puede actuar como una región o como dos sub-regiones con dinámicas diferentes: Panamá y Costa Rica, por un lado, y el resto por otro. Esa duda, para mí, está bien razonada.