Desastres
Por: MFlorian
Son más que desastres lo que comete el hombre contra el hombre.
Un huracán nos trae ráfagas de viento que mueven los techos y aterran el rostro con las nubes de polvo, que se levantan con vigor si estamos descubiertos. Pero hay huracanes que son más tempestuosos que los naturales, pues se llevan los valores, el amor, la esperanza y la fe de los más pobres que luchan por llevar el pan a su mesa.
¡Cuán difícil es entendernos!
Voces tenebrosas se escuchan en los escondrijos mientras se recorren las plazas.
El hombre descarga su furia contra su prójimo como una descarga eléctrica de diez mil voltios, cuando se mira desafiado por su semejante hasta convertirlo en un pedazo de carbón.
La soberbia ha entenebrecido la consciencia del poderoso verdugo, que tiene su boca grande y retorcida para lanzar verborrea, que tiene sus ojos encendidos como llamas, capaz de consumirlo completamente y dejar de él solo cenizas. Olvidaron a su hacedor y se volvieron como animales sin raciocinio.