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Bajo las sombras

Bajo las sombras

Por: Manuel Sevilla

Es indignante darse cuenta de que no podemos hacer nada respecto a la reelección del dictador, siendo mayoría vivimos bajos las sombras por temor a la venganza y aquellos patriotas, héroes, hombres y mujeres que muestran su pecho son un blanco ineludible, pues ya sabemos que los sandinistas hacen los que se les plazca, nos convierten prácticamente en una secta a punta de amenazas. Por más extra; o que suene, La secta azul y blanco.

Los adiestrados sandinistas son minoría, pero a fuerza tienen la única propaganda, la única bulla, miserablemente pobre, pero la única. Me indignan unos contados familiares adiestrados, me avergüenzan.

Me desamina la OEA, no quiero saber mucho acerca de cómo funciona, solo sé que es una organización obsoleta, fantasma en efecto, para efectos nuestro, no recuerdo algo relevante que hayan hecho ahí.

Me preocupa la gran pérdida que Nicaragua pueda tener en este futuro cercano, es triste pensar que hay la posibilidad de que Nicaragua se hunda en la escasez, en el dinero sin valor, en las raciones, en las personas que serán cada vez más pobres y tendrán que andar arrastrándose en la miseria por culpa de los dictadores.

Pero lo más indignante son los rehenes, esa gente que es una Nicaragua en persona, salvadores, sin oportunidad, personas que nos representan, que tienen en si nuestra fe, nuestro valor, están en un calabozo, recibiendo maltratos, injustamente, eso es lo más indignante.

Sin embargo, al pensar en esto, de la rabia, por dentro me surge una luz, una verdad, la verdad universal de la justicia, presiento que entre más oscura sea la noche, más pronto llegara la luz para Nicaragua, indudablemente.

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