Seleccionar página

Ensayo reflexivo “Hombres y salud mental. Una mirada desde la experiencia personal”

Ensayo reflexivo “Hombres y salud mental. Una mirada desde la experiencia personal”

Por: Eliezer Ortiz.

Hablar de salud mental en estos tiempos es, en cierta forma, como ofrecer una cucharada de un remedio amargo a alguien enfermo. Hago esta comparación porque, aún hoy, muchas personas creen que quien busca apoyo o habla de su salud mental está “enfermo”. Vivimos en un mundo profundamente tecnológico y acelerado, lleno de exigencias para las y los jóvenes, pero también marcado por la superficialidad y la desconexión emocional.

Desde niños, a los hombres se nos ha restringido la expresión emocional. En nuestros hogares se nos transmiten frases como: “no llores”, “no abraces a otros hombres”, “no demuestres tus sentimientos”, o “el hombre siempre tiene que estar bien”. Al llegar a la adolescencia, esos mensajes se refuerzan en distintos espacios, consolidando una cultura que nos enseña a reprimir lo que sentimos. Por eso, muchas personas jóvenes —especialmente varones— enfrentan serias dificultades para expresar sus emociones y buscar ayuda.

Desde mi experiencia como hombre, hablar de salud mental ha sido fundamental. Este proceso me ha permitido sanar heridas que estaban abiertas desde hace tiempo, gracias al acompañamiento de personas especiales que han formado parte de mi red de apoyo.

En mi trabajo de acompañamiento a otros hombres, suelo preguntarles: ¿Cómo cuidas tu salud física? En su mayoría, los que tienen más de 35 años responden que solo acuden al médico cuando están enfermos, porque siguen pensando que “los hombres son fuertes”. Muchos mencionan que hacen ejercicio, trabajan y comen lo que se les ponga enfrente. Al escuchar esas respuestas, se evidencia que también descuidamos nuestro bienestar físico, producto de los mandatos que aprendimos desde niños. Es importante que los hombres nos realicemos chequeos rutinarios para conocer realmente cómo está nuestra salud.

Luego les pregunto: ¿Y cómo cuidas tu salud mental?. Aquí suele haber silencios incómodos, y las respuestas más comunes son: “no estamos locos”, “no necesito cuidarme porque mi mente está bien”, o “solo los deprimidos van al psicólogo”. Al escuchar esto, se hace evidente que muchos hombres no estamos cuidando nuestra salud mental. Esto se refleja en distintos grupos etarios: jóvenes que asumen retos peligrosos en redes sociales, que pasan gran parte del tiempo en videojuegos o que se refugian en el alcohol y reproducen comportamientos machistas.

Aunque existen avances y más espacios para acceder al cuidado de la salud mental, todavía persisten mitos y prejuicios. Como hombre, siempre invito a las personas que acompaño a expresar lo que sienten y compartir sus vivencias con alguien de confianza. La salud mental no se limita únicamente a la atención psicológica; es algo más profundo. Implica equilibrio, autocuidado y bienestar emocional. No debe verse como una obligación, sino como una necesidad humana que merece ser atendida.

Para finalizar, te dejo algunas preguntas para la reflexión:

•          ¿Cada cuánto hablás sobre lo que estás sintiendo?

•          ¿Tenés personas de confianza con quienes compartir tus emociones?

•          ¿Cómo te sentís después de hacerlo?

Cuidar la salud mental no nos hace débiles, nos hace más humanos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Videos Recientes

Cargando...

Revista digital