El círculo
Por: Cheiri Vega
No existe el cristal ni el cemento,
solo es el paso del tiempo.
Hoy defiendo mis ideales y deseos,
batallo contra los complejos
que forjastes en mi carne
con castigos violentos.
Cuando crezca seré como vos,
es ese mi peor temor:
volverme el desgraciado que creó
mis pesadillas e insomnio.
Hoy tiemblo y alzo la voz,
te grito a la cara y señalo tu error.
Así como luchaste en el pasado,
así como vos luchaste, lucho yo.
Y no nos entendemos,
nos llenamos de veneno.
Es más fácil reventarnos las venas.
Nuestro presente no es el mismo,
tu juventud no es la mía.
Y aún así no comprendés…
Lo sé, no peleamos en las mismas batallas.
Sé muy bien que difieres con mis palabras,
me lo has escupido a la cara.
Me has castigado y me has herido,
sos el adulto razonable y yo el hijo.
Debo hacerme pequeño y cruzarme de brazos,
debo respetar tu pasado así como vos…
No, nunca nos has respetado.
No somos lo mismo.
Tu presente no es mi presente.
Y si ayer fuiste Andrés
hoy sos la piedra,
la piedra del zapato,
la misma piedra con que tropezamos.
Repito:
no existe el cristal ni el cemento,
todo esto es solo paso del tiempo.
El mismo ciclo, la misma batalla.
Rendirnos por naturaleza,
sin perpetuar el cambio
en algo tan básico.
Creceremos,
perderemos el cabello,
nos tronarán los huesos.
Pero hoy luchamos
así como vos luchastes.