Te imagino…
Por: August R.
Te imagino
en la asta de una bandera
—ondulada y libre—,
que grita verdades recíprocas
al voto secreto de las urnas,
que el sello azul
en la yema de tus dedos
pinta a esperanza,
que la equis dentro del círculo
dibuja la simetría
entre el discurso político
y el quehacer en el durante.
Te imagino
en las filas del proletariado
que marcha al tempo
de un grito de auxilio,
de un exiliado
o quizás de un privado
que reside detrás del polarizado
—anticorrosivo y antaño—.
Te imagino
en una hoja amarillenta
bajo la firma de millones
que han declarado la prueba
irrefutable y con tinta indeleble,
la absoluta arbitrariedad.
Te imagino
en los encabezados de diarios
anunciando sin hastío
el punto de inflexión
y el hito histórico de una nación
que no ve por el espejo retrovisor,
y aunque esto suene a utopía;
el despertar de una nueva revolución
ha surgido del diecinueve.