#7
Mis manos están enojadas porque las obligaron a tocar otro cuerpo.
Mis labios están molestos, por sentir sobre ellos fluidos ajenos.
Mis ojos sienten rabia, por haber tenido que presenciar un cuerpo masculino desnudo.
Mis piernas sienten ira, por no poder huir cuando lo necesitaban.
Mis pensamientos quieren respirar, están asfixiados por tantos recuerdos que vagan a toda hora del día por mi memoria.
Mi silencio está harto de acompañarme, quiere ser sustituido por palabras, gritos y acciones.
Mis derechos están cansados de sentirse ignorados y desvalorizados.
Mi cuerpo está agostado de tanto maltrato, irrespeto y abuso; quiere ser escuchado, sin sentir vergüenza, ni miedo, ni tristeza, no quiere ser visto como un objeto, no quiere sentirse culpable, ni que otros opinen o decidan por él.
Mi cuerpo quiere caricias, quiere andar en la calle sin escuchar cómo otros lo insultan, quiere arena, quiere comer, respirar, tocar, sentir, vivir… mi cuerpo quiere libertas.