Tenemos que decir, pero no donde hablar.
Andrés Ramírez Altamirano
Los periodistas critican siempre el silencio de las autoridades de gobierno hacia los medios independientes, el gobierno critica a los medios independientes de criticarlos y los medios independientes tampoco son “tan plurales”.
Ese es el verdadero problema de la libertad de expresión en este país, existen medios de ambos lados, es cierto que el gobierno tiene más medios, sin embargo no deberían de existir LADOS para los medios de comunicación.
La tele, la radio, la prensa escrita y el internet es verdad que también son para entretener, pero su principal función es informar y en nuestro país sólo se puede informar a medias. Si es el gobierno con sus canales, sólo son medios de propaganda para promover la candidatura vitalicia de Daniel Ortega, y si son los otros pocos canales son sólo para atacar al gobierno, no proponer nada y tampoco dejar que otras voces ajenas a su ideología se expresen.
Habemos muchos jóvenes cansados del control mediático que durante años han tenido las mismas personas, los mismos dueños de canales y ahora el FSLN.
Queremos que vuelva la televisión y radio pública (o estatal como queramos llamarlo) como lo establece la constitución, pero realmente pública y no sometida al gobierno de turno. Pero también queremos periodistas serios, que no sólo se dejen llevar por las pasiones y su odio hacia ortega.
Hay otras cosas también que informar, hay opiniones que por muy a favor o en contra del gobierno no pueden ser calladas, sino estaríamos igual coartando la libertad de expresión.
Yo quisiera poder hablar en un canal donde pueda decir lo que quiero y los que piensen diferente a mi puedan decir también lo que quieran. Un periódico donde la opinión de todos cuente porque eso realmente abre el debate.
Entonces cuando se pregunten ¿por qué los jóvenes estamos dormidos? Es porque ya no creemos ni en los políticos ni en los medios. Porque queremos decir muchas cosas, pero todos sólo quieren que digamos lo que ellos quieren, que ataquemos o que aplaudamos.