
Sobre el Bullying

Por: Rolando Dávila-Sánchez
El bullying, o acoso en general, en ambientes como el escolar y laboral; es un fenómeno global que trasciende fronteras y culturas. Creo que no hay ningún lugar que sea una excepción a esta realidad, claro, con distinta proporción diferenciada. Aunque a menudo se asocia principalmente con el ámbito escolar, sus repercusiones calaméricas se extienden a diversas esferas de la vida, afectando a personas de todas las edades y en diferentes contextos. Es necesario hablar abiertamente sobre el bullying para comprender su impacto y buscar soluciones efectivas que promuevan entornos más seguros y respetuosos.
Bullying en las escuelas nicaragüenses
Lamentablemente, el bullying es una realidad presente en las escuelas de Nicaragua, aunque a menudo no se visibiliza o se minimiza. Se manifiesta de diversas formas: desde el acoso físico (golpes, empujones), verbal (insultos, burlas, apodos), social (exclusión, rumores) hasta el ciber-acoso (a través de redes sociales y mensajes).
Muchos estudiantes nicaragüenses han reportado ser víctimas de bullying, lo que afecta su rendimiento académico, su bienestar emocional y su deseo de asistir a clases. Factores como la falta de supervisión adecuada, la normalización de ciertas conductas agresivas y la ausencia de protocolos claros para abordar el acoso pueden contribuir a su persistencia en el ambiente escolar. Es fundamental que las instituciones educativas, los padres y la comunidad en general reconozcan la gravedad de este problema y trabajen juntos para crear espacios seguros donde los niños, niñas y adolescentes puedan desarrollarse sin miedo. Es un trabajo arduo y hasta complejo, requiere de mucha responsabilidad y participación activa de todas las partes involucradas.
Por suerte no me tocó vivirlo, o no me di cuenta, pero siempre fue un temor latente que le sucediera a alguien cercano a mí. Esto que soy de la generación dónde al gordo se le decía “gordo”, al flaco, “flaco” y así. Que recuerde, las mayores “bromas” trataban de ir sobre ironías y sarcasmos, bullying al fin y también; ocurría a todos por igual, incluso con quiénes se sabía tenían algún tipo de condición de particular, no está bien y sigue siendo bullying. Con el tiempo y en mi ausencia, ya para la muy nueva generación, también ocurrió, de niña a niña, en la primaria, con hurto de algunos útiles y actos físicos leves, por suerte; porque pudo llegar a algo peor.
Impacto del bullying a la juventud
El bullying deja cicatrices invisibles en la juventud, según expertos, sus efectos no solo persisten en la adolescencia, sino que moldean la vida adulta. De acuerdo a un estudio del 2023 reveló que el 60% de las víctimas desarrollaron ansiedad crónica. Entre las consecuencias más graves destacan:
- La Salud Mental y Emocional: Las víctimas de bullying a menudo experimentan ansiedad, depresión, baja autoestima, ataques de pánico y estrés postraumático. Pueden desarrollar trastornos del sueño y alimenticios, e incluso, en casos extremos, tener pensamientos suicidas. El miedo constante y la sensación de indefensión minan su bienestar psicológico. Efecto que puede tener un eco amplio y raíces profundas en la juventud, no se trata de la forma correcta sino que se tiende a subestimar.
- Rendimiento Académico: El acoso puede llevar a una disminución del interés en la escuela, bajo rendimiento, ausentismo e incluso el abandono escolar. La concentración se ve afectada por la preocupación constante por el acoso.
- Desarrollo Social: Las víctimas pueden tener dificultades para formar y mantener amistades, sentirse aisladas y desarrollar desconfianza hacia los demás. Esto puede llevar a un retraimiento social y a problemas en sus futuras relaciones interpersonales.
- Salud Física: Aunque el bullying no siempre es físico, el estrés crónico puede manifestarse en síntomas físicos como dolores de cabeza, problemas estomacales y una mayor susceptibilidad a enfermedades.
- Comportamientos de Riesgo: Algunos jóvenes que sufren bullying pueden recurrir a comportamientos de riesgo como el consumo de drogas o alcohol, la autolesión o la agresión hacia otros, ya sea como una forma de escape o de defensa.
Es vital ofrecer apoyo psicológico y emocional a los jóvenes afectados y educar a toda la comunidad sobre las graves consecuencias del bullying.
Bullying en el mundo laboral
Sí, el bullying también se manifiesta en el ámbito laboral en Nicaragua, aunque a menudo se le conoce como acoso laboral o «mobbing». Este tipo de acoso puede ser tan perjudicial como el escolar y afecta la productividad, el ambiente de trabajo y la salud de los empleados.
Las formas de acoso laboral pueden incluir:
- Acoso Verbal: Críticas constantes, humillaciones en público o en privado, gritos, insultos, rumores maliciosos.
- Acoso Social: Exclusión de reuniones o proyectos, aislamiento, ignorar al empleado.
- Acoso Psicológico: Sobrecarga de trabajo irrazonable, asignación de tareas imposibles o degradantes, robo de ideas o créditos, amenazas veladas.
- Acoso Físico: Aunque menos común, puede incluir intimidación física o incluso agresión.
Esto se ha naturalizado de cierta forma por la necesidad del trabajo, del ingreso económico. Estoy seguro que todos conocemos de algún caso de este tipo, algún jefe (hombre o mujer) que haya sido abusivo de alguna forma de las anteriores ilustradas, demasiado efusivo, de voz fuerte, de lenguaje con doble sentido, etc. Recuerdo algunos ejemplos puntuales, la jefa que decía: “mejor lo hago yo, esto no puede ser así” sin mayor diferencia. El jefe que gritaba por seguir la tendencia de unas minutas, esperaría un cambio repentino o sólo era deshago, no creo que fuera el método. También el jefe que aprovechando su estatura le sentenció literalmente con el dedo a su trabajadora, casi escupiendo al hacerlo. Casos extremos estarían documentados, llevados a un litigio, y los que no, son una anécdota común en las historias personales; si gustan, las pueden compartir en los comentarios.
Sin saber que las víctimas de acoso laboral pueden sufrir estrés crónico, ansiedad, depresión, insomnio y una disminución significativa de su autoestima. Esto puede llevar a un bajo rendimiento, ausentismo laboral, e incluso a la renuncia. La falta de leyes específicas o de mecanismos de denuncia efectivos en algunas empresas puede hacer que las víctimas se sientan desprotegidas. Es fundamental promover una cultura de respeto en el lugar de trabajo y establecer políticas claras contra el acoso para proteger a los trabajadores.
Finalmente decir que el bullying, en todas sus manifestaciones, es un problema serio en todos los lugares y que requiere atención urgente. Desde las aulas hasta los centros de trabajo, sus efectos son devastadores para la salud mental, emocional y física de las víctimas. Es responsabilidad de toda la sociedad –gobierno, instituciones educativas, empresas, familias y ciudadanos– reconocer su existencia, educar sobre sus consecuencias y trabajar activamente para prevenirlo y erradicarlo, fomentando una cultura de respeto, empatía y tolerancia. Solo así podremos construir una Nicaragua donde todos puedan vivir y desarrollarse libres de acoso.