Quienes llevan las armas deciden quien vive y quien muere
Simone Montiel
Terminaba de ver la película Face of angel, sobre el caso de un asesinato brutal de una joven en Italia en el 2007. Un final extraño, más un ejercicio experimental de como narrar distintos focos de una historia y al final cerrar con algo más cercano al amor que al crimen.
Paso a hacer zapping en el televisor y luego de ver lo poco que hay del canal 20 en adelante, decido empezar por el canal 2, y así, hasta que llego al 8. Crónica TN8. ÚLTIMA HORA. Una tragedia, un hombre con manchas de sangre en la cara y en su ropa. Luego voy entendiendo que hubo balazos, dicen que ocurrió en las 4 esquinas cerca de Las Jagüitas, en Managua. Entonces aparece la Aminta Granera y la cosa parece seria.
Hay gente agrupada alrededor del hombre lleno de sangre y la policía. Y empieza la narración, el hombre cuenta “nos empezaron a disparar ypensamos que era un asalto, aceleré y me siguieron disparando, y luego más adelante” (parafraseo). En tres momentos diferentes le disparan al vehículo que él iba manejando y que albergaba a 7 personas incluyéndolo, tres niños y 4 adultos al parecer. Se va entendiendo que la hermana de su esposa, y dos de sus tres hijos fueron impactados por las balas. Y se encuentran en el hospital. Los mismos policías que les dispararon, un grupo de 20 policías antinarcóticos, los subieron a sus vehículos y los llevaron al hospital. Como diría una de las afectadas que iba en el vehículo atacado “los vinieron a tirar como a unos perros”.
Aminta llega, escucha, un grupo de policías, varones en su mayoría, alrededor de ella permanecen en posición quieta y atenta. Dice que se hará justicia, que los policías responsables de esta tragedia van a ser procesados, que le asegura (al padre de los niños asesinados) que esta misma noche dormirán en las celdas de la policía. La gente empieza a hablar, “pero que se haga justicia”, “nosotros queríamos ayudar porque la mamá gritaba pidiendo socorro, pero ellos (los policías que dispararon) no nos dejaron acercarnos y nos apuntaban con las armas”. Y así.
Aminta cuenta que en efecto ese grupo estaba en la zona debido a que estaba previsto interceptar un vehículo que transportaba drogas. Y los policías cometieron el error de atacar el vehículo de esta familia, que venía de la iglesia, lo que terminó, insiste, en una verdadera tragedia. Aclara que ella como madre y abuela entiende el dolor que están atravesando y que ella “por órdenes del jefe supremo el presidente Daniel Ortega, se hará cargo de que se haga justicia, que esto deja de ser caso de Asuntos Internos y pasa a los tribunales porque es un asunto penal”. La gente le dice que se asegure de que se haga justicia, y la Comisionada le dice al padre afectado, que se vaya con ellos al hospital. La gente aplaude.
En el hospital las cámaras de Crónica TN8 están grabando a tres mujeres llorando, la esposa del hombre con la ropa ensangrentada, madre de los niños atacados por las balas, y dos mujeres más. La mamá de los niños está con un niño de aproximadamente 5 años, a quién abraza mientras llora y se lamenta. Llega el esposo, llega Aminta Granera. La pareja se abraza, y luego la señora se va donde Aminta y le dice: “Nos agarraron a balazos, como si fuéramos delincuentes, le dispararon a mis hijos, si mis hijos no son vagos, ellos no le hacen nada a nadie, nos dispararon y por eso chocamos, el carro me lo dejaron lleno de balas; y luego nos siguieran agarrando a balazos”…
Aminta le dice que se hará justicia que los responsables ya están detenidos, la señora le responde “No le creo, los tengo que ver, porque ustedes siempre dicen eso, que los tienen detenidos y luego los dejan libres. Quiero que se haga justicia, porque ya estoy harta de que aquí no se haga justicia con todas las cosas que pasan. Yo los mato, yo misma los mato…” Aminta agrega: “Usted puede venir conmigo para que vea que están detenidos” y la señor agrega “Yo lo quiero es que me regresen a mi hijo, mi hija no sé si se va a recuperar, mi hijos este año iba a subir a la promoción, yo lo iba a llevar…” Y llora.
Aminta llora, les dice a las otras dos señoras que es una tragedia para la familia y para la policía. Que la familia está de luto y la policía también. Y llora. Y vuelve a decir que por órdenes del presidente Daniel Ortega, ella está ahí asegurándose que se haga justicia. Llora y no dice mucho más, ve a las mujeres llorar y se seca los ojos.
Luego la señora vuelve con su esposo, se abrazan, lloran, en shock. Él toca la cabeza de su hijo menor, que posiblemente sea el único de los tres que han procreado que les quede vivo, porque, como se empecina en decir el presentador de Crónica TN8 “Fue el instinto materno el que llevó a esta madre a abrazarlo, esperando que las balas le dieran a ella y no a su pequeño hijo”. Las cámaras lo graban todo. Y claro luego que la madre le dice a Aminta que ella mata a esos policías, y que la policía lo que está haciendo es matar al pueblo. El presentador agregará: “esa es la reacción de una madre afectada por la tragedia” porque claro al catalogarlo como algo histérico/emocional, las declaraciones de esta mujer se perdonan porque es el dolor y no la razón la que habla, porque seguramente ella en realidad no cree que la policía esté matando al pueblo, que deje libre a los culpables, y que en lugar de velar por la justicia la obstaculice. Muy seguramente no es eso lo que esta mujer en realidad piensa. Luego se empezarán a repetir las imágenes y el audio en el que la madre le dice a Aminta que no le cree que se haga justicia, y el presentador suprimirá el audio y hablará de que estarán informando el avance de la situación.
Más allá de la manipulación de una situación tan terrible. En mi cabeza rebotan varias cosas:
- Las armas son invenciones humanas, y desde que fueron creadas tienen una única función: MATAR. No ayudar, proteger, brindar seguridad. MATAR cuando sea necesario, dicen, y eso está siempre en dependencia y criterio de quién la porta. Cualquier puede ser blanco de un arma en cualquier momento. Sobre todo de aquellas armas que están permitidas, institucionalizadas. Creadas para matar legalmente.
- Los planes de combate contra el narcotráfico no dejan nada bueno para la gente que vive en los perímetros de los operativos y que no tiene nada que ver con las redes beneficiadas por la droga. La lucha contra el narcotráfico ha dejado más muertos que el consumo de la droga. Y no son daños colaterales, son muertos, son asesinatos legalizados, llenos de impunidad, de los que los Estados se limpian las manos fácilmente.
- En la película Dictadura Perfecta aprendí lo que es la caja china. Cuando hay un escándalo (denuncias, protestas) que acusan directamente a un Estado/ Gobierno de turno, o al mismo presidente de la República, se necesita de un distractor, de preferencia una tragedia, que haga que la opinión pública/ la población rápidamente pose su atención en algo nuevo, un drama humano que los absorba como una novela dramática. Este distractor puede ser real o puede ser creado. El escenario ideal es cuando es real, y puede servir para superar el escándalo previo y así limpiar imagen. Al parecer no sólo yo aprendí algo de esa película.
Duele saber que esta familia está destrozada y que no podrán dormir quién sabe por cuánto tiempo, ni estar tranquila. Arrecha saber que en medio de todo esto la comisionada de la policía diga que es por órdenes del presidente Ortega, y no por su propio compromiso con la gente, que está ahí con esta familia, escuchándola. Duele escuchar a esta mujer que sabe que es más viable matar a los policías culpables, que creer que se hará justicia. Duele ver a ese niño de 5 años que no sabe porque un grupo de policías agarró a balazos el carro en el que iba él y su familia de regreso a casa.
Y pienso en Butler, hay vidas que importan y otras que son tiradas en el Lenín Fonseca como perros. Solo que en este país de cajas chinas en que vivimos, por esta familia nadie hará marchas, colocará mantas, ni promulgara leyes, a como si se hacen a favor de los perros. Aclaro, ninguna persona debería ser asesinada y tirada en cualquier lugar. Ninguna vida debería ser eliminada por alguien que por tener un arma/poder se crea con el derecho de tomar unadecisión de este tipo. Ningún ser vivo, ni perros, ni niños, ni adultos, ni ancianos, mujeres. Nadie. Vivimos en un mundo asquerosamente violento, impredecible; en el que cada momento parece ser perfecto para que explote un desastre.