Para ricos y pobres.
Por: Alex Aguirre. Wiwilí Jinotega.
Debemos de partir del hecho de que los derechos humanos son derechos universales, inalienables, interdependientes, indivisibles, iguales y no discriminatorios. Si nos fijamos desde ese punto de vista nos daremos cuenta que en nuestras comunidades estas condiciones que estipulan los derechos humanos no se dan.
Aquí en nuestro país, que es un estado social de derecho donde todo lo estipulado en la constitución política rige al territorio nicaragüense, y sabiendo lo anteriormente mencionado, se puede afirmar muy seguramente que los fines del Estado no deben ser otros que los del bien a la comunidad, además de que los intereses colectivos prevalecen sobre los individuales.
Entonces podemos decir que Nicaragua como Estado social de derecho, entre otras cosas, es un Estado de bienestar, que surge como respuesta a las demandas sociales hechas por los movimientos populares en su lucha por las reivindicaciones de sus derechos económicos, políticos, sociales. Culturales y civiles.
Las sociedades están conformadas por seres humanos todos iguales ante la ley, en estas diariamente se deben suplir necesidades básicas como la educación y salud. Aunque lamentablemente no se abastecen como deberían. Por ejemplo, en las zonas más pobres de nuestras ciudades vemos como ni siquiera hay acceso a cosas tan básicas como agua, energía, educación o buenas calles. Pero, sí vemos cómo en las zonas más adineradas de la ciudad hay hasta demás, entonces ¿En Nicaragua se cumplen la Constitución y los Derechos Humanos?
Para ser más específico, los derechos son privilegios, pautas que orientan la convivencia humana y tienen como punto de partida los principios de libertad y e igualdad. A pesar de existir un amplio dispositivo nacional, regional e internacional para la defensa de los derechos humanos, no hay respeto absoluto por estos. En muchos lugares del país se manifiestan violaciones a los derechos humanos.
La centralización de la política, la represión, la censura, la discriminación, la miseria y las transgresiones de los derechos de los jóvenes y adolescentes, que son la mayor parte de Nicaragua, son las principales faltas que sufren los derechos humanos y es importante destacar que ninguna de las acciones mencionadas es más importante que otra, todas son igualmente grave.