Más allá de andar

Por: Jalexa Granados.
Cómo me es de costumbre una vez más navegando en las rutas de mi mente
hallo respuesta y me doy cuenta que no soy demente
En los ajetreos del camino como buenos nicaragüenses de repente vamos en automático por esa acera, con el sol caliente para el pendiente de la gente,
Minimizando esa espinita o peor aún creyendo que ya no olvidamos hasta que volvemos y nos encerramos en esas cuatro paredes
Ya no hay pavimento en el que divaguen nuestros pasos ni en qué ocupar la mente que no vuelva y sea «eso»
Hacete caso me dice el espejo, pero y nadie me enseña a digerir este bocado y ese golpe de realidad me dejó noqueada
Además dicen que es cosa de pendejo.
Querer en el silencio duele más que hacerlo externo con ese miedo, que te tiembla el alma pero estas sereno
Me rodeo de plantas porque tengo la certeza que alguno de antepasado aquí hallaba más que calma y más que una respuesta
No hablemos de ese amor desgarrador que pareciera solución ignoremos las vueltas del reloj
permitamos sentir más que felicidad o tristezas más allá de un deja vu y desesperanza estos sí que desgarran
pero son lo mejor de la enseñanza como el yin y el yang pensar en la ira y la sutileza
dejando que la música te sane y no solo traiga reminiscencia.

