
Instrucciones para hacer realidad los sueños

Por: Fernando J. Treminio
Cuando oigas caer sobre el tejado
la incesante lluvia de los sueños
crepitando como descenso de estelas,
no adviertas con recelo su presencia.
Sal. Ásete de ellos acucioso.
Recógelos, cárgalos y plántalos
en la fértil tierra de tu corazón.
Deja que crezcan de ellos
los inmensos árboles de la esperanza
y produzcan el plácido fruto de la dicha.
No te abstengas del privilegio de soñar,
hazlo dormido o despierto,
pero que nunca se detenga el fulgor de tus sueños.
Permite a tu almohada fraguar tus ansias.
No se detenga nunca tu cerebro
de hilar deseos y construir horizontes.
Nunca pares de ir por la senda
que conduce a tu deseado destino,
pues el alma es el lugar
donde nunca dejan de revolotear los anhelos.