Estado Circunstancial
Por: Rolando Dávila Sánchez
Recostado en una losa de concreto
tengo en mi mano un cigarro
al que le boto las cenizas,
la otra sobre mi frente;
nubes como bloques
hacen del azul un mosaico
a mi espalda el ocaso y sus colores
entre retazos del trópico bosque.
A un costado árboles remanentes
en segunda sucesión,
endémicas especies habitan,
incluso las casi extintas del símbolo nacional.
Del otro, proviene olor de vómito,
una planta de hidrocarburos,
importada del primer mundo al tercero.
en frente: un tanque esperante,
material triturado y un plantel semidesierto.
La luz natural se ha ido
pero antes del oscuro,
han logrado reparar el generador.
Volveré a probar enviarte mi chat,
antes que la mujer de blanco
aparezca desde lo lejano y desaparezca en el seco río.