Edición #26

En los últimos años, por suerte, el tema de los derechos humanos de las mujeres ha logrado ocupar un lugar dentro de los diferentes espacios de opinión pública nacional, sin embargo los resultados obtenidos aún no son suficientes para lograr que las mujeres gocen plenamente de sus derechos.

Por un lado el discurso oficial vende como un gran logro la repartición casi igualitaria de cargos públicos entre hombres y mujeres, y por otro lado vemos en esos mismos espacios a mujeres solo con puestos decorativos que solo cumplen órdenes y repiten el discurso de un sistema controlado por hombres.

Y si hablamos fuera de los espacios de poder la cosa está peor. La lucha justa de las pocas mujeres que deciden alzar la voz por sus derechos las ha convertido en locas, extremistas y lesbianas (como si serlo fuera algo malo), señalándolas como enemigas de la sociedad.

¿Entonces realmente vamos avanzando en el respeto de los derechos para las mujeres? Pues si seguimos pensando que esto significa “regalarle” un puesto laboral para llenar una cuota de género, dándole el asiento en el bus para ser un caballero o regalándole una flor cada 8 de marzo, estamos lejos de llegar a la meta real.

Las mujeres tienen derecho a oportunidades reales que las reconozcan como miembros iguales de una sociedad controlada por hombres. Y es cuando entendamos esto que podremos decir… “si, estamos avanzando”.

Es por eso que esta edición está dedicada a las mujeres y a la lucha justa de sus derechos, en la que los hombres también deben participar, no para aprobar ni legitimar, sino para acompañar y ser parte del cambio que todas y todos necesitamos.