Edición #13
Editorial
A diario escuchamos la palabra “política”, para algunos es normal, para otros es molesto, para algunos suele ser interesante. Y es que algo que caracteriza, a mi parecer, a la política como tal es que es muy diversa y plural, sobre todo porque no es ideológica y es tan libre en dependencia de como nosotros la queramos ver. Nadie nos debe imponer en qué debemos creer, en qué podemos hacer para aportar a mejorar nuestro país, o en la percepción que debemos tener sobre los sucesos que se dan a diario.
Los derechos humanos nacen precisamente con ese fin, el de garantizar el cumplimiento de los derechos que son inherentes a la persona, para crear condiciones de igualdad y seguridad para todos y todas. A lo largo de la historia se han venido generando hechos, que por razones políticas o problemas sociales, han vulnerado los derechos humanos, de una u otra forma en diferentes partes del mundo y Nicaragua no es la excepción. La libertad como derecho humano universal, es aplicable a mucha de las situaciones que se viven en nuestro país, libertad de opinión, creencia, ideología, movilización, entre otras, han sido en muchas ocasiones violentadas por diferentes gobiernos ya sea mediante represiones directas o “indirectas” a través de leyes, políticas públicas y recientemente por reformas.
El problema radica en que nos han enseñado a separar las cosas y a ver todo aislado, cuando en realidad hablamos de un todo invisible, tanto la situación económica, social, ambiental y política tienen igual repercusión sobre el cumplimiento o violación de los derechos humanos. De poco o nada servirá que conozcamos nuestros derechos, si no nos involucramos o interesamos en la política. Sólo detengámonos a pensar ¿quiénes son los encargados de cumplir nuestros derechos? ¿Quiénes deben crear condiciones de igualdad? El estado y sus instituciones, que por naturaleza son políticas ¿Entonces? Mi propuesta es que nos informemos paro que a la vez actuemos y participemos activamente, para que nadie nos diga qué hacer o en qué creer ¿Se animan?
