Atreverse a viajar
Por Aglaya Verne
Viajar solía ser un tema que me causaba escalofríos. No me gustaba tener largos viajes para llegar a un destino, me costaba un montón socializar y prefería pasar encerrada.
Pero un día me vi obligada a viajar a un departamento lejano de mi hogar. Estaba asustada, pero deseosa de descubrir otros horizontes más allá de mi introspección.
El motivo de mi viaje fue debido a la Universidad, ya que como estudiante de medicina era necesario que realizara prácticas en algún hospital. Y el hospital que me tocó estaba en un espacio rural, rodeado de ríos y cercano a la playa.
Poco a poco fui ganandome el cariño de mis colegas y pacientes. Estos últimos estaban tan agradecidos por mis atenciones que me llevaban de arriba abajo a explorar los paisajes y a compartir con ellos por las noches, en alegres reuniones caseras.
Seis meses más tarde tuve que volver a la capital. Con lágrimas en los ojos tuve que despedirme de ese remoto pueblo que ya consideraba mi segundo hogar.
Ese viaje me enseñó que es mucho más fácil estar en solo lugar, pero que te perdés de muchas experiencias y lecciones de vida si te encerrás. Los invito a que se atrevan a viajar.