Carta sobre la salud mental

Por: Jaime Rivas Carvajal
Hoy vengo a hablar desde el corazón. Desde las palabras de una carta que comienza con una imagen estremecedora: un cuerpo tirado, una madre preguntando qué hizo mal, un padre con los ojos rotos de impotencia. Un carta que se titula “Si dejo esta versión carta al proceso”, que nos obliga a detenernos y mirar de frente algo que la sociedad muchas veces quiere evitar: el dolor mental.
La salud mental no es un tema de moda. No es una exageración, ni una campaña de una semana. Es la realidad diaria de millones de personas que, como en el escrito, se enfrentan al abismo de la desesperanza. Personas que sonríen en público, pero por dentro gritan. Que acompañan a otros, pero no logran acompañarse a sí mismas. Que desean vivir… pero no así.
Y entonces aparece esa frase tan poderosa: “Si dejo esta versión”.
No es solo una metáfora. Es una súplica. Es una posibilidad. Es una pregunta que muchos se hacen en silencio:
¿Qué pasaría si pudiera dejar de ser quien soy hoy?
¿Si pudiera dejar atrás esta carga, este dolor, esta versión rota de mí?
Detrás de cada persona que sufre, hay una historia que no vemos. Y detrás de cada intento de desaparecer, hay un intento desesperado de ser escuchado. De ser amado. De ser entendido.
La carta no romantiza el dolor. Lo muestra. Lo enfrenta. Y nos recuerda que no se sufre en soledad.
Porque cuando alguien cae, no cae solo: cae una familia, caen los vínculos, cae una comunidad.
Esto no es solo un problema individual. Es social. Es estructural. Es urgente.
Por eso, te invito a que hagamos algo que puede salvar vidas:
escuchar sin juzgar, acompañar sin condicionar, mirar con ternura a quienes están luchando aunque no lo digan en voz alta.
Porque la salud mental no es una debilidad. Es una dimensión esencial de nuestra humanidad.
Porque nadie debería tener que elegir entre desaparecer y ser.
Porque como dice el escrito:
“Cada vez que intento ponerle un punto final a esta carta,
aparecen los rostros de mi familia,
las sonrisas compartidas,
las miradas donde un día permanecí y los momentos que viví.”
Eso también es parte de la vida: los rostros, los recuerdos, el amor.
Así que si hoy estás leyendo esto y sientes que ya no puedes más, que estás cansado de tu propia versión, que todo se vuelve oscuro: no te vayas todavía.
Hay otra versión de ti que aún no conoces.
Una que puede reír, sanar, abrazar, volver a mirar el espejo sin miedo.
Te lo dice alguien que día a día se levanta y luchas con las limitaciones que se interponen , alguien que se siente como vos, alguien que aveces quisiera dejar de respirar, pero también de lo dice alguien que anhela poder superar esto y ser un ejemplo para los demás, porque de nada sirven las palabras vacías , espero algún día dejemos esta versión.
Si no sabes cómo empezar… estamos aquí.
Tu historia no tiene porqué terminar así
Todos estamos orgullosos de tu esfuerzo.

