El ejercicio del perezoso.
Por: Macuto
Bajar la velocidad:
moverme más lento
hablar más lento
pensar más lento
sentir más lento
como el perezoso
para habitar los escombros
los despojos de vidas pasadas
que también son parte de mi vida.
Andar lento
para tocar el dolor más profundo
para que me revuelque la ola
y poder ver la herida que tanto escondo.
Estirarme
desdoblarme
habitarme
para, también,
dejarlo ir
con gratitud.