El Mes de la Muerte
Escrito por: Francisco Medrano
La palabra paz, es posiblemente, la palabra más invocada en las conversaciones de los nicaragüenses. Considerando que actualmente Nicaragua atraviesa una de sus más grandes crisis desde el punto de vista político, socio-económico y humano. Desde Managua nuestra capital y numerosos puntos del país, el grito de paz persiste y se acompaña por la exigencia de justicia. Durante la celebración de la Asamblea General de la ONU en el año 2015, Rafael Correa Presidente del Ecuador en ese entonces, dijo; ‘‘que hablar de paz sin justica es solamente hablar de pacificación’’, y que como expone el politólogo Andrés Pérez Baltodano el perdón sin castigo es injusticia.
¨En mayo florecen los malinches en las calles de Managua, pero abril en Nicaragua es el mes de la muerte.¨
La Hora Cero – Ernesto Cardenal.
En algunos versos del poema La Hora Cero, del poeta Ernesto Cardenal se hace referencia a la masacre de abril de 1954, donde los héroes que ofrendaron su vida por la liberación de Nicaragua fueron torturados antes de ser asesinados por órdenes del dictador Somoza. En el mismo mes, 64 años más tarde ni el mismo poeta trapense se hubiese imaginado que los versos de una de sus más reconocidas obras se convertirían en una profecía para los nicaragüenses. 76 muertos y 868 heridos fueron las cifras que reportó la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el 21 de mayo, nueve días antes del día de las madres donde nuevamente el pueblo nicaragüense se tomó las calles en solidaridad con las madres de los caídos y exigiendo justicia ante la represión del Régimen Orteguista en una marcha cívica que más tarde se convertiría en una masacre donde policías y paramilitares atacaron a la población desarmada, lo que dejó un saldo de 18 fallecidos en adición a la cifra antes mencionada y un sin número de heridos, hundiendo al país en un luto que parece no dejar de renovarse con el pasar de los días.
En abril de 1983, durante el conflicto armado entre el Ejército Popular Sandinista y Los Contra Revolucionarios, el llamado a la paz se dio mediante un concierto, que con el apoyo de músicos extranjeros y nacionales se conoció como Concierto por la Paz en Centroamérica. El evento reunió las voces de grandes trovadores como; Alí Primera, Silvio Rodríguez, Amparo Ochoa, Mercedes Sosa, entre otros, que se llevaría a cabo en la Plaza de la Revolución, mismo lugar donde un mes antes, El Papa Juan Pablo II ofrecería una misa frente a miles de nicaragüense, y en la actualidad es Monseñor Silvio Báez quien nos recuerda las palabras del santo padre en tan trágicos días.
¨La primera que quiere la paz es la Iglesia.¨
Juan Pablo II.
Hoy Nicaragua vive una revolución cívica, la cual ha rescatado algunas consignas de la lucha armada contra la dinastía de los Somozas; frases como la de Leonel Rugama, ¨Que Se Rinda Tu Madre¨, el canto de la Unidad Popular ¨El Pueblo Unido Jamás Será Vencido¨ y la proclama ¨Patria o Muerte¨ que se ha transformado en ¨Patria Libre para Vivir¨, acompañan esta insurrección formada por estudiantes, campesinos, empresarios y sociedad civil; el arte acompaña esta rebelión, y al igual que Los Hermanos Mejía que enarbolaron la bandera de la libertad con su canto, hoy muchos artistas nicaragüenses se auto convocan en plantones y barricadas para tocar sones de liberación.
En aquel concierto de abril del 83 Luis Enrique Mejía Godoy cantó Yo Soy De Un Pueblo Sencillo; a treinta años de aquel concierto seguimos siendo un pueblo sencillo pero JAMÁS un pueblo minúsculo.