Llueve en abril (en formato de microficción)
Escrito por: Kerstin Miranda
Estuve corriendo, casi en cuclillas, de una esquina a otra para entregarles agua, y que aliviaran la sed y el ardor en la cara. La lluvia de abril era lluvia de plomo. Un manto de oscuridad envolvió a los que estábamos cerca. Así lo vimos próximo en el pavimento, con su pecho y garganta vueltos la naciente de un espeso un río rojo. Era de los que ayudaron. Es lo único que recuerdo.
No es cierto. Lo recuerdo todo, como que en el colegio aprendí el “En todo amar y servir”.
También recuerdo que el que vi, era mi cuerpo.