Carta Abierta a un Periodista del Estado
Por: Una Civil Escribe
Antes que todo quisiera presentarme:
Soy periodista al igual que vos. Anduve en protestas junto a vos que hoy estás en un medio del Estado, te conocí en la época en la que asegurabas que fuiste, y cito, “Engañado por la derecha”. Seguiste siendo amigx y compañerx de clases, tu ideología política nunca fue un detonante para juzgarte o herirte a vos o a tus compañeros de la JS por pensar distinto, al contrario, los debates se quedaban en la clase o en una plática fugaz en el campus.
Esos años en la universidad me enseñaron que la carrera cuesta y ¡cuesta muchísimo! Vos y yo lo sabemos, ambos pasamos por lo mismo. Es por eso que quisiera recordarte la máxima del periodismo que vimos en clase: decir la verdad y mantener nuestra credibilidad intacta. Eso sin meter, que somos la voz del pueblo y de nadie más que el pueblo.
Por eso me quiero centrar citando al genio Orwell:
“Periodismo es publicar lo que alguien no quiere que publiques. Todo lo demás es relaciones públicas”.
Y vos hiciste exactamente eso: relaciones públicas al gobierno. Pero eso no es lo peor, vos que has estado en el lugar de los hechos sabes la verdad y aún así la ocultas; a eso se le llama mentir porque:
Negaste a nuestros muertos
Ocultaste información y solo sacás a luz la que le convenga a tu partido político, aún cuando nadie lo cree
Nos acusas de delincuentes, cuando es claro que la JS y policía llevan armas
Estas de parte del opresor y no de los oprimidos
En síntesis, no tenes amor por el oficio, tenes amor por tu seguridad.
Yo puedo comprender que ahora tengas una familia y por ende, ellos dependen de tu salario, pero quiero recordarte que al final un periodista es exitoso por el cariño de las personas y es ahí cuando te das cuenta del valor de tu trabajo. Te cuento:
Hace algunos años entrevisté a una señora reacia a las preguntas, como mucha gente al inicio. Le hablaba, le hablaba y le hablaba y la señora seguía esquiva hasta que me senté con ella a hablarle de cosas que nos pasan a todos: quehaceres, el incremento de la gasolina, lo caro que estaba el limón…y ella se sintió identificada, sonrió y eso me dio lugar a seguir preguntando si ella me lo permitía. Al final hablamos de todo y me respondió lo que me interesaba académicamente, me dí cuenta, además, de cosas personales valiosas que yo no pedí y de los cuales ella me hizo digna de confianza y que me ayudó a entender su contexto y el porqué de muchas cosas.
Terminé la entrevista y salí con una bolsa de mangos y jocotes que ella me regaló en agradecimiento a escucharla. Porque de hecho, ella estaba agradecida de que alguien hizo algo tan simple como eso: escucharla. Estoy segura que entendés esa sensación bonita al despedirte de alguien a quien entrevistaste…te sentís una heroína o héroe, sobre todo cuando ves los ojos de esa persona llenos de agradecimiento, y sabes que tenes el mejor oficio del mundo…porque la gente te llega a querer, se identifican con vos y eso es lo más valioso en este oficio.
Cosa que lamentablemente no está pasando y quisiera que siguieras leyendo para entender. Un partido político nunca va a suplir el cariño de la gente. Un partido político no te hace un periodista, te hace un borrego. De hecho, en una charla de TedX (2017) el periodista Jorge Ramos aseguraba que nuestro oficio tiene la obligación de desafiar y cuestionar a quienes tienen el poder.
Y es ahí donde yo y muchos otros colegas nos sentimos contrariados con tu trabajo. Lo que estás haciendo no es periodismo; lo que estás haciendo es engañándote a vos mismo para mantener un salario…y eso no está bien, vos queres creer esa mentira y sé que sos más inteligente que eso.
Un “bono solidario” no vale más que la credibilidad que estás echando a la basura por no estar de parte de la gente, no es justo para vos echar a perder años de estudio por pura comodidad…esto no fue por lo que estudiaste.
No te quiero seguir aburriendo, pero si quisiera que salieras de la zona de comfort en la que estás y que volvas al camino de los principios, muy lejos del poder. Por favor, recordá cuando tus profesores te decían: Un caudillo y un periodista no pueden ser amigos, por favor sé sincero y recordá que esta dictadura va a terminar y que el poder no vela por otros intereses, mucho menos por los tuyos; ellos se van a ir del país y vos vas a quedar muy mal…vos ya viste que no somos minoría.
Seguí el ejemplo de muchos colegas que renunciaron porque su criterio está primero, aún estás a tiempo de salvar tu carrera y confesar el circo mediático que están creando. Es increíble como estudiantes de primer año han hecho periodismo más puro con su celular, que vos con cámaras de última generación. Aún estás a tiempo de ganarte el corazón de la gente.
Por cierto, recordá que los cínicos no sirven para este oficio 😉